Hace 15 días Miguel me había enviado un mensaje invitándome a la salida a la Sierra de Gamón con la gente de Guadalupe Victoria, desgraciadamente por motivos de salud no pude acompañarlos. Este fin de semana tenía la idea de hacer el recorrido de Metates a Tres Molinos, aún así me comuniqué con Miguel para ver si no tenía evento programado o en su defecto me asesorara para este recorrido, pero me informó que estaba programada una salida con la gente de Guadalupe Victoria y el recorrido era el que se tenía originalmente programado para cerrar la Cuatrimanía Honda 2009 y que finalmente no se concretó (El Carmen – Galeana – Polonia – Santa Isabel – La Muralla).
Así es como inicia esta aventura, la cual comenzó desde que fui invitado, incluyendo las ganas de salir y que los días se pasaban lentamente esperando el tan ansiado domingo. Este día nos quedamos de ver a las 9:00a.m. en la gasolinera de la salida a Parral, traté de no ser tan puntual como es mi costumbre debido a que ya sospechaba la impuntualidad de mis compañeros como en el caso de la Cuatrimanía. Grande fue mi sorpresa al ver que a mi llegada (minutos después de las 9) ya estaban varios en el punto de reunión, pero aún así faltaban de llegar algunos, principalmente la gente de Gpe. Victoria. Poco a poco fueron llegando y para eso de las 10am ya estaban descargando las últimas cuatrimotos en un corralón donde se quedarían guardadas las camionetas.
Luego de la foto inaugural del evento con todos los participantes partimos tomando carretera por algunos pocos kilómetros hasta Morcillo, donde tomamos un camino de terracería que nos llevaría a El Carmen. Nos detuvimos la mayor parte del contingente ya en la terracería debido a que faltaban algunos compañeros, resultando el motivo de su atraso una ponchadura en plena carretera. Algunos días previos al evento había estado lloviendo en Durango, pero desgraciadamente los caminos estaban casi totalmente secos, y digo “casi” porque aún había algunos charcos con lodo, por lo cual nos tocó polvo y lodo durante todo el camino. Llegamos a El Cármen donde fue la primera parada oficial, incluyendo la compra de los últimos pendientes (cigarros) y alguna que otra bebida refrescante.
Seguimos nuestro camino que hasta ahora había sido plano completamente, hasta tomar una desviación a la izquierda que nos llevaría a Galeana. Todo este camino es de subida, la cual es bastante larga aunque el camino está en buenas condiciones. Los paisajes que se aprecian son geniales, es increíble ver que en tan poco tiempo subes una altura tan considerable (en algún post de Quadheads.com se menciona este dato). El camino continúa ahora en una especie de planicie con espectaculares formaciones rocosas alrededor. Me parece increíble como es que en nuestro mismo municipio, sin ir tan lejos hay estos paisajes que la gente que no se da la oportunidad de conocer jamás, ni lo imagina siquiera.
En alguna parte del camino que transcurre en recta me encuentro con una superficie cubierta totalmente por pequeñas piedras, las cuales me dificultan en gran medida la conducción al hacer que la moto se mueva para todos lados. Trato simplemente de no dejar de acelerar y sujetar el tanque con las rodillas, lo cual afortunadamente funciona para evitar una caída. De pronto el paisaje y la vegetación cambian de un instante a otro, pasando a rodar entre pinos y es en un punto aquí, pasando una puerta donde nos detenemos para reagruparnos y continuar el camino, pero notamos que los últimos elementos están tardando demasiado, en un principio no se le da demasiada importancia pensando que podría tratarse de una ponchadura o algo de menor importancia, luego que transcurren más minutos Miguel decide regresar a buscarlos, a su regreso nos enteramos de que Manuel ha sufrido un accidente, el cual no pasó a mayores gracias a que portaba su equipo de seguridad COMPLETO. Es aquí donde quiero hacer especial mención de la relevancia de que, sin importar el tipo o especialidad del motociclismo a la que nos dediquemos o seamos aficionados (repartidor, mensajero, chopper, doble propósito, deportivas, cuatrimotos, etc.) es de vital importancia portar al menos el casco adecuado (de la talla exacta, ni más grande ni más chico) y de ser posible todo el equipo de protección de acuerdo a cada especialidad.
Luego del susto, la plática de la experiencia, la valoración de las lesiones relativamente leves y otras bebidas refrescantes decidimos continuar el camino, aparentemente a un ritmo más prudente pero esto no es así en realidad, ya que posteriormente en otra parada para reagruparnos el hermano del recién accidentado al aproximarse al grupo detenido y como venía a gran velocidad perdió ligeramente el control de su cuatrimoto y acabó haciendo un “caballito” invertido, salvándose de cualquier golpe. De nueva cuenta continuamos la ruta entre caminos que nos permiten ir a buena velocidad con algunos charcos lodosos ocasionales que al pasarlos hacen que la DR se cruze de buena manera, poniéndome en riesgo de caer, además unos llanos que parecían de pronto no tener fin.
Hacemos alguna parada más para hecharle aire a alguna llanta, convivir y relajarnos antes de lo que se esperaba sería el tramo más difícil de este recorrido. La terracería por donde veníamos ahora es sólo una brecha por donde no cualquier vehículo podría pasar, por partes el camino aparenta perderse y con él algunos de nuestros compañeros se fueron mal por algunos metros, pero afortunadamente pudieron retomar el rumbo sin mayor complicación.
Esta brecha es bastante estrecha por momentos e incluso hay partes donde parece que más bien circulamos por un pequeño arroyo, hay otras partes donde la vegetación se ha “comido” literalmente el camino pero más que nada y lo que todos recordamos es la cantidad de piedras que dificultan nuestro descenso haciendo que en mi caso tenga que circular por varios metros con los dos pies casi rozando el piso previniendo así alguna caída o resbalón por lo accidentado del terreno. Es más abajo donde ya circulo con más confianza y como se debe, de pie sobre las estriberas y bajando sin tanto problema. Finalmente llego a donde nos reuniríamos luego de este paso que al menos para mi fue técnico, aunque la verdad era tal mi expectación por lo que venían comentando algunos compañeros que ya venía preparado para algo más difícil.
La DR se comportó de maravilla, salvo en dos o tres puntos donde topó la parte de abajo, cosa que me preocupó bastante ante la posibilidad de que el cárter se pudiera haber dañado y con ello encontrarme con una fuga de aceite. Esto me recordó de inmediato que debo buscar o mandar fabricar la protección necesaria. Mientras descansábamos esperando al resto de los compañeros y a que Miguel fuera por aquellos que se fueron mal nos percatamos de lo que acabábamos de bajar y valoramos realmente la magnitud del esfuerzo recién superado. También estuvimos contemplando el paisaje, que a pesar de no ser tan espectacular por no gozar de una vista tan amplia si era digno de contemplarse tranquilamente.
En teoría acabábamos de pasar la parte más difícil, pero al empezar a subir el cañón que recién bajamos encontramos dos partes donde las cuatrimotos batallaron para pasar, e incluso mi DR se embancó en una zanja para lo cual tuve que bajarme y empujarla al tiempo que jalaba del acelerador. Luego encontramos otro pequeño arroyo donde a la subida unas rocas con estratos en formas de “escalones” hicieron que mi llanta trasera patinara ligeramente, teniendo que maniobrar de nueva cuenta para seguir avanzando.
Luego de una parada Miguel nos informa que ya casi llegamos, así que algunas cuatrimotos y yo decidimos continuar el camino y poco a poco las condiciones del mismo van mejorando, hasta que tomamos una terracería que nos permite alcanzar altas velocidades, excepto en las curvas donde en mi caso me veo obligado a reducir la velocidad antes de tomarlas porque mis neumáticos no son los más indicados para estas condiciones. El camino va de bajada y esto lo hace bastante divertido, aunque siempre tomando las debidas precauciones para no salirnos en alguna curva.
Finalmente llegamos a la represa donde estaban el Vic y su señora esperándonos con una buena comida que nos supo a gloria. Luego de comer y en la sobremesa se vivió un gran ambiente aunque no por mucho tiempo ya que nos teníamos que retirar porque aún nos faltaban algunos kilómetros antes de llegar a Durango. Rápidamente nos tomamos la foto del evento y luego de esta algunos se pusieron a pasar por la represa, primero lo dudaban pero ya entrados ahí andaban a vuelta y vuelta, incluyendo algunas caídas de los endureros al hacer caballitos.
Proseguimos el camino, pasando por Salvador Allende, luego La Muralla y pasándo esta última mientras rodaba detrás de una cuatrimoto me pasó a gran velocidad una enduro dos ruedas de 2 tiempos, luego Miguel en su Honda XR400 a una velocidad ligeramente menor y kilómetros mas adelante vemos que se ha detenido el grupo, la razón: a la 2 tiempos se le fundió el motor por traerla por demasiado tiempo a altas revoluciones. Una desventaja de andar en 2 tiempos, ya que si bien son más potentes que las 4 tiempos se calientan mucho más.
Rápidamente vimos que hacer para continuar el camino y el Arqui se llevó remolcando a esta moto con su tripulante. Esto nos obligó a disminuir la velocidad, además de que algunas de las motos y cuatrimotos ya casi no traían gasolina. Así llegamos finalmente a Durango pasando por Garabitos a oscuras y con la gran satisfacción de una rodada que tuvo de todo y por la cual agradezco a los Quadheads por haberme invitado así como a la gente de Guadalupe Victoria por la camaradería mostrada en el evento.
Durante el recorrido desgraciadamente no nos detuvimos casi en los pueblos por los que pasamos, siendo Galeana, Polonia y Santa Isabel los que me llamaron más la atención, y donde la gente en general nos saludó de buena manera.
Atrás queda un excelente recorrido, el cual es recomendable obviamente para quien anda en motocicleta apta para off-road, en bicicleta de montaña, talvez en jeep y porque no, a pie también es muy factible hacerla aunque siempre considerando las distancias. Es indispensable contar con alguien que conozca el camino o que al menos lleve mapa y sepa orientación y navegación. Sin ir muy lejos de nuestra ciudad Durango se pueden disfrutar de grandiosos paisajes, de los cuales sólo pude captar algunos cuantos pero sin duda se quedaron muchísimos en espera de ser descubiertos por ti.
Y bueno, no me queda mas que agradecer el que hayas llegado a este punto del relato y te invito a dejar tu comentario, agradeciéndolo de antemano sin importar si se trata de una buena o mala crítica. Gracias y vamos, vamos a rodar, anímate, hay tanto por descubrir más allá de las calles y avenidas de tu ciudad…
Nos vemos en el camino!
Distancia total recorrida: 158km (la mayor parte en terracería)
Fin