Luego del domingo anterior, de una rodada a la vez muy buena y que me dejó varias enseñanzas recibo la invitación para salir con mis amigos de las cuatrimotos, los Centauros. La idea era hacer una ruta bastante fácil, aunque de un buen kilometraje. Estaba contemplado salir de Durango y de ahí pasar por Garabitos, Cieneguilla, Palos Colorados, Puente del Tren Río Chico, llegar a desayunar a Otinapa para seguir ya sea hasta Ignacio Zaragoza o Rodríguez Puebla y de ahí regresar por San Benito, Río Verde (parte del recorrido de la Cuatrimanía) y Salvador Allende para luego llegar a Durango por la misma ruta de Garabitos (unos 200km aproximadamente).
Mis últimas rodadas en solitario estaban iniciando a las 10 o incluso 11 de la mañana, pero para esta teníamos contemplado salir a las 9am, así que ahí estábamos casi todos puntuales para salir (13 vehículos, entre ellos 3 motocicletas y el resto cuatrimotos y side-bysides). En lo que llegábamos todos, compramos algunos líquidos y alimentos necesarios para el camino se nos hizo un poco tarde, yo creo ya salimos a eso de las 9:30a.m. si no es que casi las 10a.m.
Apenas unos minutos después de salir nos detuvimos en el sitio donde el camino a Garabitos pasa por debajo del periférico noroeste de la ciudad para tomar una foto en formación. Aquí comienza la terracería y como hace ya semanas que no llueve en Durango el polvo estaba en su máxima intensidad. Para poder ver un poco lo que había delante de ti tenías que dejar una buena distancia del motociclista de delante, unos 100m en promedio. Pasamos Garabitos, comenzamos a subir un cerro, me adelanta la BMW 650 Dakar, veo que más adelante hace lo mismo con un Ranger (tripulado por Vic_Off y Luz_On) en una curva y por poco se tocan ya que no había el espacio suficiente.
El Ranger y yo somos los que cerramos el numeroso grupo, más adelante de nosotros va Hondero y en una parte del camino que va muy cerca de la supercarretera Durango – Mazatlán y en la cual la superficie es bastante irregular vemos un motociclista en el piso, justo entre una zanja y su BMW… En ese momento no pude pensar otra cosa más que talvez yo era el que atraía la mala suerte, luego de lo que me tocó ver en mi anterior viaje. Al llegar con el accidentado, Hondero ya lo estaba viendo y hablando con el, de inmediato le sugerimos que no se moviera y ya poco a poco le fuimos ayudando para que estuviera más cómodo, hablamos para que vinieran sus familiares por él y así sucedió.
Es impresionante como una caída causa tanto dolor, sufrimiento y lesiones, y eso que la velocidad a la que circulaba el amigo de la BMW seguramente no era mayor a la que normalmente se circula en carretera. Además él iba completamente equipado con chamarra, protecciones, pantalón, botas, casco, guantes, etc. lo cual lo salvó de sufrir mayores lesiones, sin duda. Dentro de lo malo de este accidente salió algo bueno para mi, y fue el hecho de poder conducir una BMW, aunque accidentada, de regreso a Durango para entregarla a familiares del propietario.
Al principio y como tuve que moverla en parado se me hizo exageradamente muy pesada, además de que su gran estatura me complicaba maniobrarla en esas condiciones. Los primeros metros con el motor encendido no me daba confianza para acelerar fuerte, ya que temía que por el accidente tuviera alguna falla o algo que pudiera ponerme en riesgo. Una vez que vi que no tenía mayor desperfecto, me animé a acelerar un poco y vaya que se siente muy bien tanta potencia en la rueda trasera… Es una aceleración endemoniada comparado con mi DR y al parecer la calidad de sus suspensiones le permiten al menos en altas velocidades pasar por terrenos difíciles sin tanta complicación. Llegamos a Garabitos y ahí Hondero y yo la entregamos a un conocido del propietario y así terminó mi rápida pero gratificante prueba de la BMW 650 Dakar. Hondero me regresó en su cuatrimoto junto a la Ranger y mi DR para así seguir el camino contemplado originalmente, aunque ya para esto llevábamos fácilmente unas dos horas de retraso.
Vamos subiendo por el camino que llega a Cieneguilla, ahí espero al Ranger de Vic_Off y Luz_On que recién había adelantado en la subida y me pasan, me voy detrás de ellos y enseguida me piden que los adelante. Así lo hago y me sigo hasta el entronque con el camino que va de El Pino a Salvador Allende, ahí nos estaban esperando Rubicon y Hondero. Me detengo, charlamos un poco del accidente mientras esperamos el Ranger. Cuando vemos que ya ha pasado bastante tiempo nos comunicamos con ellos y nos informan de su falla mecánica, a lo que dicen que se regresarán a Durango aunque aquí hubo una confusión, ya que nosotros creímos que el Ranger aún se podía mover por su propia fuerza.
Seguimos el camino a buen paso, yo por delante voy a buena velocidad pero al tomar algunas curvas poco a poco me van alcanzando las dos potentes Honda que vienen detrás de mi, hasta que Rubicon me pasa y ya cuando estamos iniciando una larguísima recta llegamos a un guardaganado donde hay un toro con una pata atorada en el mismo. Pasamos los tres por un lado y nos detenemos para ver si podemos hacer algo por el. En cuanto Rubicon ve que en realidad está bastante difícil sacarlo decidimos retirarnos ya que en nada podemos ayudar. En ese momento el animal por alguna causa desconocida se desesperó y sacó a la fuerza su pata, lastimándose y talvez por el mismo dolor trató de embestir a Rubicon, que era al que tenía más cerca, pero cuando éste se refugió tras de su cuatrimoto el toro le dió un buen golpe a esta, llegando casi a volcarla… Como podemos lo alejamos y continuamos nuestro camino.
Alcanzamos a nuestros amigos en la desviación a Palos Colorados, entramos por ahí y siguiendo algunos caminos aún polvorientos entre bosques de pinos (o lo que queda de ellos) llegamos a el antiguo trazo de las vías de ferrocarril que va de Durango a El Salto. El camino ahora es de piedra suelta, que para las cuatrimotos no representa gran desafío, pero para la enduro de Quique y más particularmente para mí esta condición implica un esfuerzo extra sobre todo en los brazos, ya que la rueda delantera va moviéndose según las piedras que va tocando y para no caer es indispensable mantenerla lo más estable y fija posible… Así vamos por algunos pocos kilómetros hasta llegar al Puente Río Chico (no Otinapa, como erróneamente se le ha llamado), nos detenemos para algunas fotos de rigor y ver como vamos a pasar, el primero que lo hace es Quique, primero lentamente y luego ya a gran velocidad…
Poco a poco van pasando las cuatrimotos, las cuales tienen que hacerlo cuidadosamente, sobre todo tratando de que las ruedas vayan por la sección que se ha elegido para ello y así rodar seguros. Llega mi turno y aunque creía que sentiría un gran nervio la verdad es que no se siente tanto, talvez porque ya había cruzado varias veces el mismo puente pero a pie, desde donde se aprecia mejor la altura.
Ya luego que todos cruzamos el puente nos detenemos unos minutos a descansar y enseguida continuamos por el mismo bordo del tren hasta Otinapa, a donde llegamos directo a almorzar a eso de la 1pm un buen menudo, pero nos encontramos con que ya no hay, así que nos tenemos que “conformar” con unas buenas gorditas y burritos, los cuales devoramos en pocos minutos una vez que llegaron a la mesa. En la estancia en el restaurant de Otinapa (mismo de la última rodada en la que pasé por este sitio) de nueva cuenta tuvimos un excelente ambiente y vía celular nos enteramos que el piloto de la BMW se encontraba bien, sólo con los golpes y tres huesos fracturados.
Terminamos de comer a las 2pm, y como el plan original era estar de regreso en Durango a las 3pm a más tardar, decidimos regresar y dejar para otra ocasión el recorrido hasta Ignacio Zaragoza. Ahora el recorrido será pasando por Salvador Allende y de ahí hasta Garabitos. Este camino ya lo conocemos y lo recorremos a buena velocidad, de hecho es en una rápida parada en este recorrido donde me doy cuenta de que el foco del stop de la DR se ha fundido… Eso me pasa por ponerle refacciones chinas! jaja
Ya casi para llegar a Durango pasamos primero por Cieneguilla, luego ya al ir bajando y aproximarnos al sitio del accidente de las primeras horas de esta rodada vemos al Ranger arriba de una traila enganchada a la camioneta del Arqui. En este momento nos enteramos que este side-byside sufrió una avería en la transmisión que le impide continuar, entonces desde donde yo los vi por última vez fácilmente Vic_Off se aventó empujando unos 5km… Pues bueno, al final no supe como llegó el Arqui a ayudarlos, pero lo que si supimos es que la tripulación del Ranger pidió ayuda en Cieneguilla para que los remolcaran o jalaran a Durango pero nadie quiso hacerlo… Fue extraña la sensación de que mientras todos nosotros estuvimos divirtiéndonos por las vías del tren, Otinapa y todos esos sitios nuestros amigos sudaron la gota gorda tratando de regresar a Durango empujando un vehículo nada ligero con el gran esfuerzo que ello conlleva…
Bien, la enseñanza que en particular me dejó esta rodada es que siempre vale más conducir tranquilamente, a tu ritmo, sin presiones y sobre todo extremar precauciones si no hay la visibilidad necesaria para hacerlo con seguridad.
Distancia total recorrida: 110km de terracería