Durante más de cuatro días llovió sin parar, día y noche, la lluvia nos arruino la salida del día primero. Hacia frío en el Bajío, pero la lluvia no puede ser eterna, el jueves en la tarde se detuvo la lluvia que duro casi una semana, una lluvia invernal que al menos en el Bajío no tenia precedente, señal de lo loco y dañado que tenemos este mundo.
La lluvia sirvió para llenar la mayoría de los cuerpos acuíferos de la región, así que tenia un pretexto idóneo para ir a jugar al off-road en los caminos del rally.
Salí mas tarde de lo normal ya pasaba de las 10 am cuando cargue gasolina y enfile con rumbo a Ibarrilla, ya conocen estos caminos, por aquí rodamos la vez que en compañía de Edgar fuimos a Media luna y la vez que en Agua zarca mi Suzu perdió la nariz.
El plan era simple, subir a Agua zarca con la esperanza de que el arroyo llevara agua, regresar a la Media luna para subir a Guanajuatito y tomar rumbo a sierra de lobos para visitar los panales.
Se nota la cercanía del rally mundial, los caminos que hace unos meses estaban descuidados están ahora limpios, las maquinas han aplanado el camino y a pesar de las lluvias esta bastante transitable, de hecho subo mi velocidad, no se a cuanto pues la Sra. no tiene indicadores de nada, solo se que metí cuarta lo que equivale a ir a mas de 80kh/h.
Buena velocidad para un buen camino, los perros que están en las rancherías no tienen tiempo de ladrarme, esta vez voy rápido, el tomar curvas en tierra es otra experiencia muy diferente a hacerlo en pavimento, lejos estoy de ser un 46 off-road no tengo llantas de tacos pero estoy bastante cerca de saber cual es el limite de la Sra.
Me acerco a una curva dejo de acelerar, aplico freno de motor mi llanta trasera empieza a derraparse, aplico el freno trasero hasta amarrar la llanta, comienza el derrape al tiempo que comienzo mi contraviraje, suelto freno y acelero, la curva quedo atrás pero ya viene la siguiente.
Mi ritmo se ve interrumpido por un grupo de ciclistas, ellos vienen bajando rápido y ocupan todo el carril, tengo que frenar a pesar de venir circulando por la derecha, esto me recuerda que no soy el único en el camino, decido rodar más despacio.
Voy disfrutando del camino que contrario a lo que pensé casi no tiene charcos ni lodo, solo buenos paisajes, recuerdo hace un par de años cuando en compañía de mi carnal, mi jefe y el buen Beto rodábamos por aquí a no mas de 30km/h en nuestros scooters, el tiempo pasa aveces mas rápido de lo que quisiéramos.
Me estoy acercando a Agua zarca, este lugar es muy bello, hay un pequeño río y un paisaje bastante pedregoso, aquí es zona de espectadores cuando se corre el rally, lamentablemente en esas fechas no puede uno disfrutar de la magia de este lugar, ya que con tanta gente y ruido pierde parte de su encanto.
El río tiene agua, puedo disfrutar del relajante sonido que produce el agua al correr entre la piedra, me divierto con la Sra. cruzando el arroyo un par de veces, hasta que decido internarme un poco mas hacia adentro del arroyo, alejándome del camino. Un par de lomas adelante me encuentro a un grupo de cuatrimoteros, los saludo y me invitan a acercarme.
Soy recibido con una cerveza fría, de nueva cuenta creo que el estereotipo de que los cuatrimoteros son mamones queda atrás, me presento con ellos y platicando se que van también hacia Media luna, decidimos compartir el camino.
Mientras compartimos una cerveza en medio del monte puedo ver que son un grupo bastante unido, se llevan fuerte, pero sale a la vista el compañerismo de este grupo de amigos, se la pasaban tratando de bautizarse unos a otros en el arroyo, por suerte soy aun un extraño, soy malo para los nombres y mas aun cuando todos se presentan por su apodo.
Tomamos rumbo a Media luna, no sin antes levantar toda nuestra basura, rodar con cuatrimotos es también muy diferente, cuando ruedas con motos de tu tamaño tienes buena visibilidad y mas espacio para maniobrar, a mi me pone nervioso rodar con un monstruo de 300Kg. detrás de mi, así que tomo mi posición hasta atrás del grupo, tengo que guardar mucha mas distancia ya que las cuatrimotos levantan mas polvo, puedo ver que ellos ruedan a buen paso, pero sin exagerar la velocidad, al pasar por los poblados disminuyen la marcha, cosa que muchos no hacen, a pesar de haber topes en el camino.
Nos toma cosa de 20 minutos llegar a Media luna, de nueva cuenta hay mucho lodo las cuatrimotos me dejan atrás, solamente Daniel se queda a mis espaldas botaneandose del trabajo que implica manejar en lodo con solo dos ruedas y con unas llantas que no son del todo idóneas.
Llegamos al lecho del rió, ahora si empieza lo divertido, todos jalamos por nuestro lado buscando levantar agua y lodo con nuestros neumáticos, tengo los pies mojados y mis gogles están empañados y llenos de lodo, pero que mas da a eso vine, de nueva cuenta mis neumáticos de doble propósito muestran que no son del todo off-road ya que me atasco en el fango, la llanta trasera se hundió por completo hasta topar con el carter, por fortuna mi moto solo pesa 100kg. y fácilmente puedo salir del atascadero con un leve empujón, no así una de las cuatrimotos que tiene que ser jalada por otra cuatrimoto para salir del atascadero.
No fuimos los únicos que nos atascamos un camión intento cruzar el rió y termino atascado, mientras pasaba el tiempo llegaba mas gente para tratar de ayudar, gente del rancho de la Media luna llego con palas y apoyados por una camioneta de 31/2 trataban de sacar al infortunado vehículo, al ver la situación uno piensa a quien se le puede ocurrir tratar de pasar el rió en semejante armatoste, las maniobras de rescate atrajeron la atención de la gente que va a relajarse al lugar y poco a poco fueron aumentando los curiosos, la unión hace la fuerza y entre todos los presentes comenzamos a mover el camión de un lado al otro mientras la camioneta de 31/2 jalaba con ayuda de unas cadenas hasta que por comenzó a moverse y logro salir de la trampa de lodo, la ovación en el lugar fue similar a la que produce un gol de la selección nacional en el mundial.
Mis nuevos amigos regresarían a Ibarrilla, así que me despedí y tome el camino que lleva a Guanajuatito, el camino también es parte de una etapa del rally así que podía rodar con buen ritmo tratando de no alucinarme demasiado ya que si bien este camino es mas solitario no quiero imaginar el embrollo que seria tener un percance en este lugar estando yo solo, el único reto es un arroyo el cual no represento problemas para la Sra.
Esta vez no llegue a las famosas quesadillas de Guanajuatito, pase de largo y tome la carretera con rumbo a los panales, en el camino rebase una moto que me llamo bastante la atención una D.P. de los años ochenta, al pasar salude a su piloto y el me respondió el saludo, en la subida note una falta de potencia considerable así que en la desviación a Ocampo me detengo a revisar como esta mi moto de la temperatura y del aceite, ya que no quiero otro susto.
Veo llegar la moto que rebase hace un par de kilómetros, se detiene en el lugar ya que ahí esta la única tienda en kilómetros, me pregunta si todo esta bien yo respondo que si y pregunto sobre su moto ya que nunca había visto una así, me hace recordar los famosos triciclos de enormes ruedas de los años ochentas, famosos por ser maquinas quiebra-patas.
Pues resulta que tengo ante mis ojos una clásica y muy escasa Yamaha 1985 BW200 la BIG WHEEL, Luis su propietario me comenta que solo la usa en el rancho para ir y venir de la tienda, tal vez por eso esta en muy buenas condiciones a pesar de ser ya una veterana de veinticinco años, me despido del amigo motociclista y sigo mi camino hacia San Felipe, los Panales están a solo quince minutos.
El camino me daría otra sorpresa antes de llegar a panales, frente a mi aparecen los faros de 6 poderosas maquinas, el cromo y los estribos bastante amplios me hacen darme cuenta que vienen los Zeus, ohh dios gracias por bendecidme y dejar que pueda ver y escuchar el motor de estos dioses (si como no) el caso es que pongo mi cara de encabronado mezclado con soy bien malo (no tiene caso ya que traigo casco y gogles, pero demonios) preparo mi gran dosis de indeferencia y no lo puedo creer me están saludando, volteo a mis espejos esperando ver una Vulkan detrás de mi, pero no, es a mi a quien saludan, así que tengo que corresponder, los seis Zeus pasan saludando, eso si, es puro viejito que ya paso los 60 años, pero es zona de curvas y aun así me saludaron.
Los panales rompen con la monotonía del paisaje, Conocida como “Los Monolitos” para la gente de San Felipe, la zona de Panales obtiene su nombre por el río que pasa al final de la cañada, denominado Río Panal, y por las formaciones rocosas en formal de panal que el agua, el viento y el tiempo han ido moldeando. Se trata de una cañada escarpada en formaciones rocosas, de columnas de gran tamaño distribuidas en más de 10 kilómetros de longitud. Está ubicada a la altura del kilómetro 34 de la carretera León San Felipe y sobre el 56 de la San Felipe-León. Para llegar a la zona, es necesario caminar desde la carretera unos 600 metros hasta el fondo del barranco.
En anteriores ocasiones había visitado este lugar y recorrer el cañón a pie es toda una experiencia, desgraciadamente descender en la moto se veía muy complicado, y sumado a que estaba yo solo y la Sra. denotaba una falta de potencia muy grande decidí solo tomar un par de fotos y regresar.
De regreso a León las maravillosas curvas de la sierra de lobos son un deleite apenas termina una cerrada de casi 360º cuando comienza la siguiente curva, son solo 20 kilómetros de curvas pero es la mejor ruta para recorrer en moto en todo el bajio, a esta hora no hay nadie que lleve rumo hacia León así que las curvas son solo mías, una tras otra pasan mas rápido de lo que yo quisiera, cuando me doy cuenta estoy en la desviación a Comanja y digo ¿por que no? Así que tomo la terraceria.
Veo una cabaña y resulta que se llama la chingada, tantas veces me han mandado a este lugar y yo que desconocía que lo tenia tan cerca, se que hay una en San Juan de los Lagos y otra en algún lugar de Veracruz, pero ahora resulta que tenemos la chingada sucursal Bajio.
Aquí algo salio mal ya que termine extraviado, rodé entre brechas hasta que termine llegando a una granja.
Estoy en propiedad privada y no supe ni como llegue aquí, los perros de la granja me ladran afortunadamente están amarrados, tengo un poco de nervios ya que sin querer estoy de invasor, un chavo de no mas de veinte años aparece, me le acerco saludando y le digo que estoy perdido, me pregunta que como entre si la puerta tiene candado le di las señas de por donde vengo y me comenta que si hubiera querido perderme no lo hubiera logrado, ya que ese camino rara vez se usa, lo usamos solo para llevar a los animales a pastar, afortunadamente este chavo me abrió el portón y me dijo por donde regresar a León, ya no hubo contratiempos mas que el cruce de otro arroyo.
Llegue a casa faltando minutos para las cinco de la tarde, conocí un nuevo grupo de amigos y acabe llegando a la chingada, me perdí en el monte, me ensucie y me moje, hasta los Zeus me saludaron, una rodada muy extraña donde por fin empuerque mi moto al estilo Aaron, eso si en la semana di con la causa de la falta de potencia, resulta que mi filto de aire estaba hasta el queque de arena, en fin eso pasa cuando uno se divierte en estos lugares, nos vemos en el camino.