Haciendo equipo

El blog suzukidr200.wordpress.com en su inicio tenía como objetivo tentativo compartir vivencias sobre ellas (las DR200), consejos de mecánica, mantenimiento, fotografías, viajes, experiencias, consejos de conducción, etc. y cualquier otra cosa que pudiera salir de aquí. Luego fue tomando como objetivo mostrar los diferentes caminos y en menor medida los destinos que nos ofrece el estado de Durango, mi querido estado. Esta ocasión les comparto un destino que ya conocen, una carretera también muy rodada por la DR, pero con la diferencia de que es la cuarta ocasión sin importar el destino que tengo al suerte de rodar con Mendia y su Falcon.

Apenas un día atrás quedamos de salir a Navios, el destino clásico de muchos motociclistas durangueños. Nos vemos a las 9am, ambos llegamos puntuales y con tanque lleno como debe ser. Partimos a Navios, yo quería estar de regreso temprano para un compromiso, no, un compromiso no porque a mi entender esos son los que uno hace para quedar bien o como parte del rol profesional o social que se desempeña. Quería regresar temprano para seguir disfrutando de un excelente domingo.

Vamos subiendo, creo que ahora soy yo el que lleva un poco de presión por ir al ritmo de Mendia, así como en su momento la sintió Almighty hace una semana al seguirnos. Ahora yo voy forzando el motor de la DR en ocasiones, sobre todo por el viento en contra que hace por momentos que tenga que bajar hasta cuarto o incluso en algún descuido hasta ¡tercera velocidad! Algo que no me gustó es que con pleno viento en contra y al ir a altas revoluciones de pronto el motor se cortaba ligeramente. Ignoro si es algún corte de encendido programado (no lo creo pues la DR no tiene algún circuito que programar… ) o alguna falla típica o anormal. Si alguien lo sabe por favor dígame.

A la altura de El Pino, donde hay puras rectas y es plano se nos va acercando por atrás una BMW, disminuye su velocidad en ese pueblo, luego antes de Metates nos adelanta, pero ya cuando vamos bajando las curvas de Río Chico lo alcanzamos de nuevo, lo adelantamos cuando el va dudando sobre rebasar un camión trocero y ya no lo volvemos a ver sino hasta otra vez en terreno plano, por La Palmita donde nos rebasa. En la subida de Río Chico viene de frente una chopper blanca muy elegante, luego más atrás una deportiva de los noventa y enseguida un grupo de unas cinco chopper; al pasar todos saludan. ¡Hasta me sorprendí!

Las curvas ya las conocen, algunas en video, otras en fotos y las más las conocerán en el relato de un mexiquense próximamente en motorutamexico.com. Llegamos a Navios pero antes nos cruzamos con varios motociclistas, todos saludan excepto uno que va sobre una BMW GS650. No hay muchos motociclistas, ya es un poco tarde, el día no es tan bueno para andar en moto por el fuerte viento pero ahí estamos con un poco de hambre dispuestos a degustar un buen desayuno. Si siempre he recomendado las gorditas Eriliz (antes de llegar a La Palmita) ahora tengo que comenzar a hacer lo propio con los burritos de el restaurant Los Pinos, creo que son de los mejores que he probado en el estado de Durango, sobre todo las tortillas, sólo se quedan un poco atrás de las “sobaqueras” que se producen en Hermosillo, Son.

Luego de una breve charla, de algunos planes que no lo son y que sólo se quedan en posibilidades nos retiramos no sin antes admirar la belleza de muchas de las motos que por ahí llegan a descansar unos momentos. Choppers, deportivas, una Goldwing, abundan las Harley. Muchas con detalles que las hacen únicas o simplemente así de origen son dignas de ser admiradas.

Incluso algún motociclista se fija en mi DR, ¡vaya! Volvemos, ahora vamos de bajada principalmente, el viento va a nuestro favor, Mendia ya no va delante de mi, ahora me deja hacerlo y el se va muy atrás, yo voy tranquilo, disfrutando casi como hace una semana de esas curvas que las siento mías, que ya las conozco con su belleza y sus defectos, son predecibles pero siempre emocionantes, ya las conozco y no me canso de pasarlas una y otra vez. Cada vez que paso por ellas la trazada es mejor, más firme y segura, lo cual me permite también estar alerta a nuevos peligros. No me cansaría de recorrer estas curvas cada fin de semana, pero sin duda habría ocasiones en que quisiera llegar más lejos que nunca, hasta que algún día pudiera ir y venir al menos hasta Concordia sin dormir. ¡Vaya, una nueva idea para una rodada! Sería algo cansado pero bueno, se me acaba de ocurrir en el momento en que escribo estas ideas sin (¿o con?) rumbo.

En el regreso nos topamos algunas motos más, todos saludan. Creo que algunos se podrían preguntar el porqué de mi fijación con el hecho de que los motociclistas saludemos o no entre nosotros. Al rodar, sobre todo distancias largas estamos susceptibles a sufrir algún desperfecto mecánico, algún accidente, cansancio, etc. para lo cual pudiéramos necesitar la ayuda de alguien. De quien sea, simplemente ayuda. Hasta el momento no lo he necesitado, pero se que cualquiera pudiera llegar a necesitar el apoyo de alguien más, y que mejor que ayudarnos entre motociclistas, tal vez no todos sabemos de mecánica, primeros auxilios o algo por el estilo, pero creo que el simple apoyo y la compañía pueden hacer la diferencia para alguien que está en problemas. Si desde un principio no somos ni capaces de saludarnos entre nosotros creo que cuando alguien necesite de la ayuda de otro menos se le va a apoyar.

Antes de la 1pm llegamos a Durango Mendia y yo, nos despedimos y quedamos de confirmar si nos vamos el próximo fin de semana a León. Un gusto Mendia salir a rodar nuevamente. Nos seguimos viendo en el camino.

Distancia total recorrida: 116.4km totalmente carretera