Compartiendo camino a Temohaya y Mezquital

Otra vez llevo mochila, es mi hermano que ha aceptado mi invitación a salir a rodar y compartir algo de lo que más disfruto en la vida. Rodando, mi mente se pierde un momento y cuando quiere regresar de pronto siento que voy para atrás, cuando realidad estoy avanzando hacia adelante, pero solo fue un efecto como de desenfoque, no se si fue un mareo o algo similar producto de la mala noche que pasé, pero ese lapsus me hizo despertar y concentrarme en disfrutar una ruta que va siendo de las favoritas e incluso de las que más he rodado.

¿Porqué?

¿Porqué?

De por si últimamente no he podido dormir bien, y la noche anterior a esta rodada dormí muy poco, apenas unas cinco horas de las diez que requiero diariamente… Ni hablar, ya andaba en la calle con la DR una hora antes de iniciar la rodada, regresé a la casa, desayunamos y nos preparamos para salir. Julio no se quiere llevar chamarra, apenas y acepta usar los guantes y como decide llevar un pantalón que mas bien parece short prefiero no sugerirle que se lleve las rodilleras. De todos modos lleva casco y finalmente acepta llevarse una chamarra que le será de gran utilidad. Ya había cargado gasolina así que tomamos rumbo al Mezquital, solamente pasamos a comprar jugos en una tienda de conveniencia y comenzamos a tomar carretera. Hace frío, pues todos los días anteriores ha estado lloviendo por la tarde y noche, y apenas saliendo de la ciudad se ven muchas nubes hacia donde nos dirigimos, hasta llegar al punto en que casi vamos rodando entre neblina, las nubes van muy bajas, se ve como cada una va a su propia velocidad y algunas hasta en distintas direcciones, desgraciadamente no tomé fotos de este espectáculo. En pocos kilometros dejamos atrás este temporal y hacemos la primera parada de la rodada donde el 6 de diciembre del 2009 vi una camioneta accidentada.

Creo que no es tan difícil de comprender

Creo que no es tan difícil de comprender

Le platiqué un poco de esa carretera, recordamos tiempos de cuando de niños pasamos por aquí mismo, le conté de ese accidente y como me impactó emocionalmente y además estuvimos de acuerdo en que es un poco incómodo viajar dos personas (sobre todo hombres) a bordo de la DR. Yo tenía planeado ir rumbo a Temohaya y seguir un poco más adelante para ver esos paisajes tan espectaculares, pero Julio tenía mas interés en conocer Mezquital, así que solo llegaríamos hasta Temohaya y hacia allá nos dirigimos. Antes del Mezquital tomamos la desviación a la derecha, vamos subiendo poco a poco, pues la pendiente es muy fuerte y la DR cargada con dos personas no es tan potente, aunque el gran torque me permite avanzar sin problemas disfrutando a buen ritmo de todas las curvas de este tramo.

Siempre nubes

Siempre nubes

Buenos recuerdos

Buenos recuerdos

Hacemos algunas paradas para tomar fotos, yo no voy todo lo rápido que pudiera, pues hay numerosos derrumbes, gravilla suelta sobre el pavimento y así muchas cosas que en un descuido podrían llevarnos al suelo y es algo que quiero evitar a toda costa en esta rodada. Ya arriba antes de iniciar la meseta vamos a buen ritmo por varias curvas, inclinamos bastante, aunque hay algunos derrumbes el pavimento se ve relativamente limpio y ya dejamos atrás la ligera neblina por la que veníamos. Rodamos por la conocida meseta que antecede el siguiente paisaje desde donde se alcanza a ver Temohaya:

Sin respuestas

Sin respuestas

Soy un obstáculo

Soy un obstáculo

Estuvimos en ese sitio alrededor de media hora contemplando el paisaje y charlando un poco. Luego de eso decidimos regresar para alcanzar a conocer un poco del Mezquital, pues aunque yo ya había estado ahí, Julio no conocía nada o al menos no recordaba nada del lugar. Regresamos muy rápido, ya casi no nos detenemos a tomar fotos hasta llegar al Mezquital. Aquí nos detenemos en la plaza principal donde comemos los lonches que mi mamá nos preparó antes de salir, platicamos un poco sobre el lugar y como es posible que se gaste tanto dinero en embellecer solo una pequeña parte del pueblo, el que está en los accesos principales y en cambio hay muchas calles sin pavimentar o con muchas deficiencias de servicios públicos, como en todos los municipios del estado; luego vamos a conocer la iglesia, pero como está en misa esperamos en el atrio a que termine.

Mi ausencia de fe

Mi ausencia de fe

Pláticas, silencios, miradas

Pláticas, silencios, miradas

Un poco de esto

Un poco de esto

Mientras vemos varios niños, algunos jóvenes, señoras, ancianos y así, todos esperan a que sus familiares salgan de misa. De pronto veo unos niños que juegan y entre broma y broma se lanzan “granadas”, quiero imaginar que no es por la creciente fama de los narcotraficantes, pero vaya que me decepciona un poco ver a la niñez usando esos recursos para jugar y posiblemente en el contexto de un enfrentamiento… Le pregunto a una señora que está por ahí sobre sitios de interés en el Mezquital, pero me dice que no hay nada, ni museos, así que solo nos recomienda el balneario La Joya, pero está cerrado desde hace meses y ahí cerca los Pigmeos, que es una zona arqueológica a la que ya había intentado llegar sin éxito. Continuamos platicando un poco más con ella, luego Julio y yo intercambiamos algunos comentarios respecto a la población autóctona del lugar y su ausencia en la misa; una vez que ésta ha terminado hacemos un rápido recorrido por el templo, para luego ir a La Joya por un camino que primero es de concreto hidráulico, luego pavimento asfáltico en pésimo estado y después algún corto tramo de terracería. Pasamos por una parte desde la cual se ve desde lo alto el balneario La Joya en completo abandono y un poco más adelante está el acceso a la vereda que va a la cascada de los Pigmeos. Yo ya recordaba que era un lugar difícil hasta para andando solo, pero con dos personas a bordo de la DR sería algo completamente complicado, así que decidí que lo mejor sería emprender el regreso.

Tantos sueños

Tantos sueños

Pasamos a echar dos litros de gasolina verde (que es la única que se consigue en el Mezquital) para asegurar que llegaríamos a Durango sin apuros. El regreso fue muy rápido, ya me había acoplado mejor a rodar con Julio, creo que el también se había acostumbrado mejor a mi manera de conducir y todo fue más fluido, solamente íbamos un poco entumidos por el poco espacio, pero hicimos una parada a mitad del camino a Durango luego de rebasar a un automóvil en un tramo de curvas el cual en las rectas no se dejaba adelantar, posiblemente ni se había percatado de nuestra presencia…

Triste

Triste

Rápidamente llegamos a Durango muy temprano, antes de las 4pm luego de repetir esta ruta que va siendo de las favoritas para mi sobre todo por los paisajes y pudiera ser también por las curvas si en el camino no hubieran tantos derrumbes. Ojalá con el paso del tiempo esta falla se corrija. Julio: me dio mucho gusto compartir contigo un poco de esto que me gusta hacer, espero no sea la última vez y puede ser que a la próxima podríamos ir a un destino que para ambos sea desconocido. Bien, esta rodada se supone es la última por algún tiempo en la cual repito ruta, tengo planeado de aquí en delante dedicarme a conocer nuevos destinos de una larga lista que tengo pendiente. Espero verlos en el camino.

Distancia total recorrida: 245km principalmente de carretera pavimentada