Una fresca lluvia nos acompaña al rodar mientras dejamos atrás Tecolutla, es temprano y calculo llegaremos a las 9:00 am. a Tajín, la lluvia al rodar por la costa es fresca, no fría así que mas bien es una bendición.
Llegamos a Gutiérrez Zamora y dejo de llover, seguimos por la carretera y volvimos a tomar rumbo hacia Poza Rica para llegar a Papantla, en definitiva tienen que rodar por aquí, el paisaje es verde de lo mejor y si bien las curvas no son de lo mas exigentes, es una carretera bastante divertida al menos hasta llegar a Papantla.
En Papantla hay trafico y muchos topes, aunque no tenemos problemas por que las señales marcan bien el rumbo hacia Tajín, pasamos de nuevo por el lugar donde vimos la YBR tirada, ahora hay una veladora y una corona de flores en ese lugar, lo cual me lleva a pensar que el hermano motociclista no la libro, no tome fotos de eso, son cosas que no me gusta recordar y si se las cuento es solo para decirles nuevamente; usen casco.
Llegamos a Tajin, la ultima vez que visite este lugar tenia 5 años, así que en cierta forma es como mi primera vez, buscamos un lugar para dejar las motos, el estacionamiento esta casi vacío, solo hay dos autos y los vendedores apenas se están instalando, vamos hacia la entrada y a pagar 51 pesotes que en mi opinión es un poco caro, tengan en cuenta una cosa si van a visitar este lugar, los domingos no cobran.
Pasamos a un pequeño museo donde están algunos artículos ceremoniales; puntas de flecha, vasijas y restos descubiertos en los entierros que nos permiten saber un poco mas de los antiguos habitantes de Tajín.
Tajín significa ciudad trueno y fue la mas grande ciudad Totonaca su construcción comenzó en el siglo I y fue abandonada en el siglo XIII después de ser arrasada por los chichimecas, cuando Cortez llego a estas tierras solo encontró ruinas de una ciudad fantasma.
En la actualidad se han descubierto y estudiado poco mas de 40 edificios, pero aun hay ruinas que siguen enterradas, el INAH sigue trabajando en restaurar la zona.
Caminar por las calzadas empedradas de Tajín te pone a pensar en como debió de haber sido la época de su máximo esplendor, como vivía la gente de campo, como construían sus edificios.
Lo mas increíble es que después de un centenar de generaciones en el olvido aun se conserva gran parte de su grandeza.
La pirámide de los Nichos, de la cual se dice debió de ser algún tipo de calendario, ya que en total la pirámide cuenta con 365 nichos es de las más llamativas.
No me voy a soltar escribiendo sobre lo que es este lugar, solamente te digo que si tienes oportunidad de visitar Tajín no te arrepentirás de hacerlo.
Regresamos por nuestras motos y fuimos interceptados por un par de señoras, que nos ofrecían pasar a sus fondas a desayunar, ya eran las 11 y no habíamos desayunado así que decidimos ir con la que llego primero.
Mala idea, si bien la comida en las fondas no es mala, si es cara y deja que desear, te lo pongo así, el filete que pedí era una cuarta parte del que me sirvieron en Tecolutla por 50 pesos y aquí termine pagando 80 pesos, eso si el platillo venia acompañado de ensalada como para llenar a un caballo, el plus es que te sirven tortillas hechas a mano en el lugar.
Minutos antes de las 12 decidimos seguir con nuestra ruta, el plan llegar a San Andrés Tuxtla donde un buen amigo de los dos nos esperaba, rápidamente bajamos de nuevo hasta Gutiérrez Zamora y tomamos la carretera costera que te lleva hacia Cardel.
Llegamos al puente de cuota que cruza el río Tecolutla, hay que pagar 19 pesos por cruzar, si bien la carretera en teoría es libre, con los puentes no es así, pero vamos ahora solo pagas y sigues rodando, cuando mi abuelo hacia esta ruta no había puente y tenias que pagar una cuota al chalán para que te cruzara al otro extremo, ya se imaginarán el show que era esperar tu turno y estar viendo al chalán ir y venir, a principios de los 70s se construyo este puente y los chalanes se fueron al olvido.
Hacia calor aun así rodábamos animados, teníamos el océano a nuestra izquierda y las motos se comportaban de lo mejor, mi Sra. tenia una fuga de aceite desde que llegamos a Pachuca y si bien me preocupa el que vengo gastando aceite como moto 2T estoy disfrutando bastante de la ruta, al menos hasta ahora.
Paramos en Costa Esmeralda para hidratarnos, vimos 8 plataformas de un convoy de la marina, que llevaban no lo se, pero estaban fuertemente custodiados por un par de camiones con marinos armados hasta los dientes, a mi parecer eran piezas de algún barco, lo cierto es que debimos de haber seguido rodando y haberlos adelantado.
Nos tomarían cerca de dos horas poder rebasar a las plataformas, las cuales debido al exceso de dimensiones rodaban a cosa de unos 40 km/h, para colmo solo podías rebasar cuando los escoltas te lo indicaban por medio de una bandera, solo una plataforma a la vez, así que ya se imaginaran lo desesperante que fue lograr rebasar el convoy poco a poco.
En Laguna verde volvimos a rodar a nuestro paso, al menos donde se podía ya que había tramos en reparación, poco a poco fuimos acercándonos al puerto, pasamos Cardel y la Antigua y lo logramos estamos en el puerto, mas cansados de lo que esperábamos.
Entrar a Veracruz se siete como entrar al D.F. mucho trailer, muchas naves industriales, la gente lleva prisa, se acabo la tranquilidad, contacto a mi amigo de los Tuxtlas y me informa que la carretera libre fue cerrada por las lluvias, preguntamos en un modulo de la policía Federal y nos acosejan no seguir, ya que solo hay paso al trafico pesado y por la carretera de cuota, carajo ni hablar nos quedaremos en Veracruz, por desgracia ya dieron las 5 y no podré visitar tampoco San Juan de Ulua.
Por instinto rodamos hacia el centro de Veracruz y tomamos camino al malecón, aquí es otro mundo, muy diferente a lo que veo en mi Guanajuato.
Mi padre amaba este puerto, yo prefiero la tranquilidad de Tecolutla.
Descanzamos donde están los edificios de la Armada de México un gran complejo donde hay Hospitales militares y edificios de la Policía Militar, ver tanto marino es extraño, aun asi después de contemplar algunos de los cañones que se exhiben en el faro Venustiano carranza nos detuvimos a admirar el puerto.
Hay barcos, verdaderas ciudades flotantes descargando contenedores, inmensas grúas trabajan sin descanso, pequeños remolcadores van y vienen, San Juan de Ulua adorna el paisaje. mientras tomábamos un momento de descanso, decidimos buscar un Hotel.
El problema de cuando viajas a la aventura, es que no sabes que te espera, en Veracruz a diferencia del tranquilo Tecolutla nadie se toma la molestia de ayudarte, todos tienen prisa, no me extraña, ni digo que la gente sea mala, en Leon estamos igual todo el tiempo llevamos prisa, así es que buscar un hotel no fue fácil.
Los hoteles mas baratos que encontrábamos costaban 600 pesos, eso estaba fuera de nuestro presupuesto, en los limites con Boca del Río encontramos uno de a 300 pesos la noche, HOTEL SAN ANGEL que si bien su atención deja mucho que desear estaba al menos al alcanze de nuestro bolsillo.
Ahora entiendo el por que Aaron tiro la toalla en ese viaje en solitario, estoy en un hotel feo, mal comido, cansado, lejos de la gente que quiero y mi plan empezó a valer madres, de haber venido solo creo que habría salido corriendo hacia Leon, pero bueno en estos momentos se agradece tener un buen amigo, una cara conocida, el buen Beto aun tenia ánimos y me decía hoy nos fue mal, pero falta la sierra gorda, la Huasteca, ahí nos tiene que ir mejor, después de un baño me sentí mejor si bien seguía extrañando a mi Luz y a mi Leon Gto.
Ya con el animo renovado salimos a pasear por la costera, el malecón que va desde Veracruz hasta Boca del Río es de lo mas fresa, puedes ver los cruceros a lo lejos, hay bares y antros de cache, un ambiente buena onda.
A lo largo de la costera nos encontramos con varias estatuas a las que fuimos desvirtuando con nuestras fotos, aquí la gente va a correr a pasear en bicicleta y como la noche ya caía había una buena vibra en el ambiente, aquí encontramos un restauran italiano fresa y barato donde comí una de las mejores Pizzas que he comido y ya con todo y las cheves fueron solo 200 pesos por los dos.
Además de las estatuas, nos encontramos con una muestra de arte urbano muy común y original, ya me había topado con las vacas y con los rinocerontes pero aquí por ser mar tenían que ser peces.
Disfrute bastante rodar por ese malecón, es un lugar que vale la pena conocer. Después de desvirtuar estatuas, tomar fotos del faro y comer la rica pizza fuimos al centro ya con la noche encima, tome muy pocas fotos pero algo que me llamo mucho la atención fue el Baluarte de Santiago un pequeño fuerte en pleno corazón de Veracruz si bien las fotos son borrosas es un edificio de lo mas extraño.
Regresamos temprano al feo hotel para descansar, por celular se estaba organizando una reunión con nuestros amigos de Jalapa en la Antigua, aventuran que verán en el próximo relato.
MRM MOTOCICLISMO INDEPENDIENTE