Cuando Beto bautizo a su GN diciendo que no era una moto normal, no lo entendí, pero ahora desde la seguridad y rutina de mi casa me parece verlo mas claro, aun parece ser un extraño sueño, una parte de mi cree que esto no fue real pero paso, diario bajo con rumbo al trabajo y veo el hueco que dejo mi Sra. La cual aun se encuentra en tierras Veracruzanas y se que aunque no lo parece esta Aventura fue real.
Despertamos al filo de las 6. Aun dudando lo que vendría por delante. Entregue la llave al adormecido dueño del Hotel, el cual me dice por que se van tan temprano, el Huracán todavía esta lejos, le explico que tenemos mucho camino por adelante y dudando va a verificar que nuestras placas efectivamente son de GTO. Nos pide tener cuidado y nos invita a regresar.
Faltando minutos para la salida del sol nos encontramos rodando a bordo de Vivi, ya lo dije anteriormente, muy pocas veces había viajado de mochila, nunca en ruta y es algo que definitivamente no me agrada, apenas tengo 10 minutos arriba de Vivi y empiezo a sentirme incomodo, soy grande y eso es una terrible desventaja, los pies es lo primero que empieza a dolerme.
Cruzamos el rio Tecolutla, pasamos Gutiérrez Zamora y tomamos la autopista hacia Poza Rica la cual nos evita cruzar Papantla.
Entramos a Poza Rica y nuestra navegación fallo nos perdimos, terminamos entrando a la ciudad y para colmo era la hora del desfile del Bicentenario, decidimos seguir la fila de autos pero de repente todos tomaron diferentes direcciones, Carajo ahora si que la amolamos, estamos mas que perdidos, después de preguntar varias veces y terminar chocando de nuevo con el desfile llegamos a una gasolinera, me baje a preguntar como salir hacia Tulancingo, en esa misma bomba había tres cobradores cargando gas. Me preguntan:
-¿A poco van los dos en moto hasta Tulancingo? ¿Qué cilindrada es su moto?
-De hecho vamos hasta Leon y es una 125-
-No pues si aguantan un buen estas motitos (al tiempo de que checan nuestras placas) y desde ¿donde vienen?-
-Bajamos hasta el mero Puerto pero pues ya vamos de regreso, nada mas que nos perdimos por el desfile-
-Faltaba mas, síguenos ahorita te llevamos a la salida-
No lo puedo creer.
Caramba había escuchado de la hermandad Biker y pocas veces lo había vivido, entre calles desconocidas viajamos guiados por una escolta de cobradores, por momentos Vivi se quedaba bastante atrás y nuestros amigos nos esperaban, cruzamos el desfile un par de veces hasta que nos indicaron seguir al “mosco”, este amigo nos dejo en la mera salida hacia Puebla.
Ojala nuestros hermanitos mayores fueran como estos amigos, me hubiera gustado tomar mas fotos y platicar un poco mas con ellos pero simplemente los dos teníamos prisa nos despedimos con un GRACIAS, de corazón gracias.
Llegamos a descansar a una gasolinera, el trasero me duele, la espalda me mata y los pies están acalambrados, al bajarme de la moto me siento como un transformer desdoblándose y es que no hay hueso que no truene, Vivi cobra caro, pero hasta aquí vamos a buen paso.
Beto carga Gas y aplicamos el desayuno Biker Duranguense, tan rico estaba nuestro desayuno, que esta Solovina no resistió pedirnos pal taco, le convidamos un poco y en verdad tenia hambre, ser pata de perro tiene su precio, sobre todo para los que estamos jodidos.
Volvemos a rodar, entramos a Puebla con rumbo a Nuevo Necaxa, aquí comienza lo bueno vamos a subir la sierra y esperemos no sufrir por los pocos C.C. de Vivi, pero sucedió algo que no esperaba.
A diferencia del Domingo cuando pasamos por aquí con rumbo a Tecolutla, ahora hay un trafico terrible, vamos a paso de trailer por momentos a 10 km/h y nunca a mas de 50 km/h, si bien es un tanto desesperante casi no batallamos con los autos.
Digo casi, por que no faltaron un par de desesperados, gente del DF que si bien no digo que todos sean así, si hay mucho desesperado que cree que la carretera es lo mismo a su ajetreada ciudad, gente que rebasa sin tener buena visión, gente que no alcanza a rebasar y termina echándote lamina, un par de babosos rebasaron en curva buscando un accidente, por fortuna Beto tiene alma de repartidor y no se deja sorprender, si algún automovilista presiona demasiado le indico por señas que le baje a su ritmo y en cuanto podemos le cedemos nuestro lugar en la fila.
No tuve oportunidad de lograr buenas fotos de los paisajes, en parte por que no hubo oportunidad de detenernos, pero esta ruta es espectacular muy buenos paisajes, el color verde domina esta ruta.
Ser mochila es difícil, aparte de que es mas cansado, tienes un mayor pánico escénico, por instinto busco los cambios y el freno con mi pie.
Los camiones y los trailers lucen mas grandes, si aun mas grandes que cuando manejamos, tal vez por que prestamos mas atención al camino que a lo que hay al lado de nosotros, me siento como un pequeño insecto a su lado.
En verdad agradezco a nuestras mochilas la confianza que nos tienen, por que la verdad es el requisito indispensable y numero uno “CONFIAR” en tu piloto.
El tráfico se fue haciendo más lento, rebasar ya no tenía caso pues veíamos que adelante del trailer iba otro y otro, en algunos tramos del camino podíamos ver que la fila sumaba al menos un kilómetro.
La espalda y las nalgas me dolían, pero tenia que aguantar detenernos no era buena idea, ya que no seria fácil volver a la fila.
Por fin pasamos Nuevo Necaxa y tomamos la autopista de cuota hacia Tulancingo, me gusto bastante este tramo en un par de Kilómetros el clima calido termina, el paisaje se vuelve boscoso y no puedo evitar comparar esta carretera con una ruta de videojuego.
Podemos rodar de vuelta a 100 km/h aunque en las pendientes nuestra velocidad es de 60-70 km/h ya no hay camiones lentos, ni pavimento en mal estado, aunque estoy a punto de gritar del maldito dolor de nalgas tengo que aguantar mínimo a Tulancingo.
Por momentos el cielo amenaza con soltar agua, esto nos preocupa ya que botamos nuestros impermeables y no llevamos mas que la ropa que tenemos puesta.
Entrando a Tulancingo nos detuvimos de nuevo, era hora de comer algo, una pizza al microondas estilo Oxxo, con barriga llena, me sentí un poco mejor pero ya es la una y falta mucho camino.
Seguimos hasta Pachuca donde al llegar a la gas no pude mas y me tire al suelo la gente me veía extrañada pero al Carajo, la espalda me mataba, los pies estaban acalambrados y tenia que ser fuerte, Beto ya mostraba también los signos de la fatiga y la comida le dio sueño, así es que aprovecho para mojarse la cara y recobrar ánimos.
Seguimos con la ruta el cansancio ya pesaba demasiado y Beto se negaba a cederme los mandos de su GN, ya había agarrado un poco mas de confianza como mochila, pero ni el cigarro me relajaba, me dolía todo el cuerpo y mi trasero ya sentía hasta la mas mínima grieta de la carretera.
Pasamos Pachuca y con un tremendo dolor llegamos hasta San Juan del Rio, no quedaba mucho tiempo de luz, pero teníamos que llegar a Leon hoy, nos detuvimos a tensar cadena, contrario a lo que pensaba hemos tenido cero detalles con la Vivi.
Estamos en una rápida autopista de tres carriles los trailers parecen enormes dinosaurios a nuestro lado, su estruendo al rodar te hacen sentir su enorme mole y darte cuenta de lo pequeño que eres, nuestra moto pesa apenas poco mas de 100 kg y por mas gas que le damos la aguja apenas y puede llegar a los 100 km/h.
Entramos a Querétaro con los tintes dorados del atardecer apagándose, es inevitable rodaremos de noche.
Rodaremos hacia Leon por la pista, es más rápido y seguro, hace varios cientos de kilómetros que perdí las ganas de tomar fotos, así que el anochecer que disfrute en todo su esplendor sobre Vivi es algo que solo guardo para mi.
La luz se fue cuando entrábamos a Guanajuato, eso me dio bastante ánimo, estamos muy lejos de casa, pero ya estamos en nuestro estado.
Beto dejo una direccional prendida y buscamos algún vehículo lento que nos sirviera de escudo pero fue inútil, había muy poco trafico, el dolor aumento trataba de buscar una posición cómoda pero era inútil, me mentalice a rodar hasta la caseta ya que no habia un lugar seguro para detenernos.
Sucedió el maniaco del día, una Voyager insiste con sus luces en sacarnos del camino, Maldito tienes un carril para rebasar USALO, Beto le indico que rebasara por el otro carril y el tipo este nos rebaso mentando madres, ojala el Karma nivele las cosas, hubiéramos podido tomar el acotamiento pero con la poca visibilidad que teníamos era bastante peligroso.
Llegar a la caseta fue eterno, casi lloro del dolor, solo trataba de concentrarme en la música y pensar solo una canción mas, al llegar a la caseta me tire de nuevo al piso Carajo estoy en Salamanca a una hora de Leon casi son las diez de la noche, estamos a punto de lograrlo.
Recuperamos ánimos y volvemos a rodar, por fortuna el camino ya es bastante conocido, en Silao encontramos un trailer que nos serviría de escudo hasta Leon, al filo de las once de la noche un letrero nos daba la bienvenida a nuestra tierra. Solo fuero cinco días, cinco días que vivimos a un ritmo muy diferente, nos pasaron muchas cosas y como pasa con cada viaje al volver ya no somos los mismos.
Tengo que agradecer a todos los amigos que nos brindaron apoyo a lo largo de este viaje
Pero en especial al buen Beto y a su Vivi.