Sencillito….amos a la Sauceda

Por fin después de un par de meses de banquetear rompí con la decidía y en compañía de Suzu y Luz salimos a explorar un poco hacia la carretera a Lagos de Moreno en el vecino Estado de Jalisco.

Apenas nos enfilamos hacia el entronque de la antigua carretera a lagos, cuando Luz me dice: “como subimos a ese templo”… Luz se refería al templo de la virgen del Refugio, un santuario que se contempla desde prácticamente cualquier lugar de Leon y que se encuentra en la cima del cerro Gordo rodeado de radio bases.

Hace tiempo había escuchado que se tomaba el camino en el lugar donde hay un letrero de televisa, hacia que en cuanto vi el letrero, deje la carretera para subir hacia ese lugar.
La subida se torno muy pesada y Suzu dijo no mas… los últimos 200m fueron a pie, eso me recuerda que no he cambiado el Sprok trasero y si bien el que tengo actualmente vuelve a Suzu más correlona, me quita potencia que en estos casos es necesaria.

No hemos dejado aun la ciudad pero nos llevamos nuestra primera sorpresa del día, el santuario que desde abajo parece ser muy antiguo, resulta estar aun en obra negra, esto contrasta un poco con la fama del lugar pues es donde se celebran bodas “fresas”, eso si la panorámica es espectacular y el sonido del viento es simplemente delicioso, un sonido que puede recordar películas como EVIL DEATH y que al menos para mí lejos de resultar terrorífico, me parece relajante.

Después de disfrutar un rato de la panorámica jugando a encontrar edificios y lugares de Leon, dejamos el cerro Gordo para ahora si tomar camino hacia Lagos de moreno.

Entrando a Jalisco nos detuvimos en un restaurant a probar las carnitas, que resultaron de momento deliciosas, pero como en la tarde me cobraron factura no recomendare el lugar…

De pronto veo algunos objetos tirados a pie de carretera me parecen revistas y ya más cerca veo que son libros de texto, todos recientes, de la misma materia, Historia de cuarto grado…que paso aquí? se cayeron de algún vehículo o fueron simplemente tirados… cuántos libros había tirados? Imposible saberlo, las hojas abarcaban un par de cientos de metros, no se puede más que sentir coraje de una situación así.

Antes de entrar a Lagos tomamos el viejo camino a Comanja para llegar a la presa de la Sauceda, donde nos dedicamos un buen rato a relajarnos, hace tiempo había pasado por aquí y los arboles eran prácticamente invisibles, solo unas ramas salían del agua, esta vez la sequia nos permite verlos prácticamente por completo, la cruz donde estaciono a Suzu estaba en la orilla de la presa, ahora hay casi 100m a la orilla, eso sí parece que la situación comienza a cambiar ya que la semana pasada si tuvimos lluvias constantes.

Me despido de esta breve entrada, invitándolos a rodar y a comentar, saludos, fotos, quejas y relatos son bienvenidos, próximamente verán el desenlace de la odisea en Veracruz y un par de aventuras motosas mas.