Tierrosos a bordo de Ruidocicletas…Patoloco en MRM

“Las ciudades y el asfalto son un cancer, con el progreso viene la violencia, basura, robos…la tranquilidad se acaba y eso es algo que no tiene precio, se llegan a ver tantas cosas…muertos, asaltos, violaciones… mujeres que golpean a los hombres… y a esos pobres hombres no les queda otra cosa que tomar su motocicleta y salir a explorar caminos…”PATOLOCO (fragmento de una plática con un ranchero)

¿Quien es Patoloco?


Llego el algún día, vamos a salir a rodar por ahí por ahí… Patoloco para quienes no lo conocen es un miembro de la comunidad Touareg. Sus relatos siempre son sorprendentes y fuera de lo común, desde Laredo Texas, sale a bordo de su ruidocicleta, una DR650, para recorrer los lugares más inhóspitos de México.

Pues resulta que ante la insistencia de un servidor don Patoloco decidió venirse a Guanajuato a dar un rol, llego el miércoles por la tarde a Romita donde romano me lo entretuvo hasta que salí de trabajar, nos reunimos y acordamos ir a mi casa para salir juntos a explorar unas terracerías que tenía pendientes en la sierra del cubo y en las cercanías de San Luis de la Paz.

Patoloco en Leon


El trato era simple yo aguantaría vara y el tendría que aguantar mi paso de pizzero, en la oscuridad rodamos hasta Leon, donde le tome la clásica foto en el arco, a pesar de que se mostraba sorprendido por los cambios y el crecimiento de Leon, el Patoloco no mostro interés en actualizarse dando un tour por la ciudad. “No rodé mas de 1000km para venir a ver otra ciudad, pues las ciudades ya no tienen nada que enseñarme a mi”…esas palabras bastaron para comprender, que poco podría yo ofrecerle a don Patoloco, así que fuimos a pasar la noche a mi casa.

La ruidocicleta en la cueva del oso


Guarde todo el equipaje con prisa, cargue con todo…casa, sleeping, ropa para 3 días, impermeable, chanclas extra, herramienta, bomba de aire, una lona…solo me falto el perico. A eso de la 1 am. Nos fuimos a dormir, pues para variar, se alargo un poquito la plática, me costó un poco de trabajo conciliar el sueño, parecía niño esperando a los reyes magos, pues sabía que lo que vendría de algún modo no sería fácil y esperaba poder ver esa magia, que crea don Patoloco al rodar.

Un nuevo estilo


Seis de la mañana, suena el despertador y escucho como Patoloco se levanta, empieza a empacar y yo, rápidamente, logro vencer la somnolencia y me apresuro, a las 6:30 estábamos ya dejando Leon y rodando junto a don Patoloco, pude ver el amanecer con el cerro del Cubilete de fondo.

40 000km Feliz vuelta al mundo


En Silao cargamos Gasolina y tomamos rumbo hacia San Felipe, diez kilómetros después de dejar Silao, Suzu marcaba los 40 000km… un kilometraje muy especial, ya que equivale a dar una vuelta al mundo, siguiendo el ecuador, Suzu en lo que lleva de vida, además de los servicios regulares, requirió de:
• tres llantas traseras y dos delanteras
• seis juegos de balatas traseras y dos de balatas delanteras
• cuatro cadenas y dos juegos de arrastre (Sprok y piñón)
• un juego de baleros
• una batería
En este tiempo las fallas más significativas han sido el diafragma del carburador que suele romperse, cosa que ya me paso tres veces, la falla de fundir los focos cosa que sucede por los capuchones del faro que son malos y el cambio de la salpicadera delantera, el cual fue más bien, una negligencia mía, por exigirle de mas a la moto.

Junto a Patoloco

Tunel el Paxtle


Total que pasamos el túnel del paxtle, por la misma ruta donde rodé con los hermanos Touaregs la vez del rally y que junto con Manolo YV, recorrimos de noche un par de veces, Pasamos Rincón de Ortega y llegamos a San Felipe, donde el Patoloco se detuvo en un parador de trailers a desayunar, un par de burritos de huevo y un jugo de Zanahoria.

Banqueteros D.P. desayunando


Patoloco tiene el don del habla, pero por lo que a veces habla, uno podría pensar que este Sr. No está muy bien de la Azotea, pero conforme fue pasando el tiempo, descubrí ,que este moderno Don Quijote no esta tan loco y que algún modo se hace el tonto para ganarse la confianza de la gente con sus ocurrencias.
Pues resulto que mientras desayunábamos, el fue sacándole la sopa, al vendedor de jugos, sobre los caminos, destinos y la seguridad de la región. Ahí obtuvo el dato de entrarle a la tierrita por San Andrés del Cubo, para salir a las cercanías de San Diego de la Unión, vía la Estancia, también nos hablo de una cueva de pinturas rupestres, dato que de momento nos pareció bastante interesante.

Un vistazo


Dejamos el puesto de Jugos y Pato se detiene para perderse, pues necesita ir al baño, lo que no entiendo, es porque no entrar a la gasolinera que acabamos de dejar, no hay duda que Patoloco es un tanto excéntrico, pues a su regreso me dice: “Prefiero cagar en el monte, que en una cochina gasolinera”.Seguimos rodando y a un par de kilómetros más adelante, ya por el camino A San Andrés del Cubo, vemos la Hacienda de los Gavilanes, nos detenemos a explorar, pero por desgracia no hay nadie en la casa grande, así que solo exploramos las trojes y las antiguas bodegas.

En la Hacienda de los Gavilanes

Vamos a levantar la cosecha

Pensando (patoloco)

Las Haciendas de mi Mexico (patoloco)

Contemplando

Esos hornos (patoloco)

Los Gavilanes


De ahí llegamos a San Andrés, donde también hay una Hacienda, pero como de momento estaba cerrada y tendríamos que esperar las llaves, seguimos nuestro camino, quedándome esa tarea pendiente, usando su GPS Ranchero fuimos descubriendo la ruta hacia la Estancia, en el camino unos niños nos mostraron como llegar a la cueva de los indios.

En San Andres del Cubo

Buscando la cueva de Indios

La cueva de Indios


Pero cuando por fin llegamos, nos llevamos una decepción, ya que nos decían que la cueva era “grandecita” y resulta ser solo una pequeña oquedad en una peña, no había prácticamente rastros de las pinturas solo unos glifos tallados en la roca, muy poco que ver. Aunque eso si el paisaje es vistoso en esta parte.

Sierra del Cubo

Algun lugar


Patoloco se adelanta por informes, el camino no es difícil así, que me cuesta trabajo explicar esto, Simplemente resbalo, no hay baile, ni intentos de corregir el error, cuando me doy cuanta Suzu está sobre mi pierna Izquierda, trato de salir pero no puedo, mi bota esta atorada y de no ser por las rodilleras, me hubiera llevado un golpe muy bueno, cada vez que trato de levantar la moto, para zafarme, escucho la gasolina que brota del tanque evaporarse, al tocar la cabeza caliente del motor…por un momento me imagino en ese programa de Las mil maneras de morir, casi puedo escuchar: Manera de morir numero 999…motociclista rostizado, carajo, estoy atorado de cara al lodo, seguramente en una pose muy chusca, por fortuna o desgracia no hay nadie cerca, después de casi cinco minutos de patear y empujar la moto logro zafarme, apenas la enderezo y aparase Patoloco, al verme enlodado y un tanto asustado, de inmediato pensó se acabo al ruta.

Mocos...Palo...Suelo...Motoso al piso


Reviso la Suzu y veo los daños, espejo roto y un faro Auxiliar colgando, la palanca del freno trasero doblada, pero no hay daños mayores, así que después de empujar a Suzu, para que volviera a encender, seguimos rodando y rodando, veo lugares interesantes, pero a veces solo hay tiempo de una foto, otras ni eso, Patoloco tiene un ritmo muy acelerado y no quiere parar, preguntando se nos fue revelando el camino, quedando pendiente también la Hacienda de Monjas, pues Patoloco llevaba prisa.

Diosito cuidame

La estancia

La carcel

El Preso

El carcelero

Las verdaderas Motos Mexicanas


Llegamos a las afueras de San Diego de la Unión y tomamos camino a la carretera federal 57, ahí por donde Almigthy subió a Durango, después de cargar gasolina y una breve revisión de las motos tomamos camino hacia Tierra Nueva Municipio de San Luis Potosí, donde buscaríamos la presa de la muñeca.

Rodando en San Luis Potosi


En tierra nueva comimos unos deliciosos Zopes, mientras tanto Patoloco hacia amistad con la gente del lugar, así supimos que la presa de la Muñeca se construyo allá por los 60s y que para variar sepulto a un pueblo, cuando el nivel del agua es bajo, se puede ver su torre en medio de la presa, eso me recordó al pueblo de Temaca, que poco a poco está viendo llegar su fin.

La Iglesia Tierra Nueva SLP


Visitamos de rapidito la iglesia del lugar y tomamos camino a la presa de la muñeca, poco a poco recorrimos toda la presa y Patoloco se enfilaba hacia San Luis de la Paz, pero el rio estaba muy crecido y Pato, ya sabía que adelante habría más cruces de rio, peores a este, así que tomamos el plan B, buscar al ruta hacia el Realito.

Presa de la Muñeca

Ruidocicleta DR650

Mejor y mas actualizado que un GPS

Midiendo el peligro

Ta ca...


Preguntando fuimos recorriendo una autopista de tierra, los cerros cada vez eran más grandes y el mentado GPS ranchero de don Patoloco nos fue llevando de la mano hasta la joyita, lugar donde se comen a los gorditos…bueno al menos según don Patoloco, pues resulta que paramos en una pequeña tienda, que atendía una señora ya entrada en años, ella nos miro llegar con desconfianza y lo primero que dijo Patoloco fue: “verdad señora, que aquí se comen a los gorditos”. La señora no pudo evitar reírse, eso basto para romper el hielo y acabar con la desconfianza, aun así siempre estuve listo para emprender la fuga por si acaso el pato tenía razón.

Perra vida en la Joyita

Rumbo a San Anton de los Martinez

Banqueterouuu

El pensador

Autopistas de tierra

Estos caminos de tierra

Deja de ser banquetero


Llegamos a San Antón y mi noción del tiempo, se había perdido, no tenía ni la más remota idea, de que hora era, de cuánto tiempo llevo rodando, la espalda duele, pero estoy viendo unos paisajes desconocidos para mí.

Llegando a San Anton de los Martinez

El GPS ranchero

Los grandes espacios

Presiento que toca baño

La Tormenta

Entre el Sol y la Tormenta

Ver llover y no....


Llegamos a la Mesa de Jesús y el paisaje se volvió muy extraño, a un kilometro de nosotros solo hay tinieblas y una lluvia intensa, tendremos que cambiar de ruta de nuevo, así que siguiendo a Patoloco tomamos camino hacia el Vergel de Bernalejo.

El panteon de la Mesa de Jesus

hay viene el agua


Con la lluvia pisándonos los talones llegamos a un humilde poblado, Patoloco ya estaba hablando con los lugareños pues tenía un contacto en el lugar, pero su contacto no estaba, había salido fuera del poblado según entendí, ahí fue, cuando conocimos a don Genaro Aguilar, quien amablemente nos invito a refugiarnos en el tejaban de la Iglesia, pues la lluvia ya comenzaba.

Suzu en Vergel de Bernalejo

Humildad


Dejamos las motos y comenzó una plática muy interesante, Patoloco logro que nos invitaran a comer, yo con algo de pena, en un tipo de experiencia nueva para mi, acompañe a Pato y a don Genaro a su casa.
Su esposa y su hija nos dieron de comer, café y caldo de chicharos, acompañados de su respectivo chile de molcajete y sus tortillas hechas a mano, en verdad fue una experiencia interesante, pues quien me conoce sabe que soy carnívoro y muy “delicado” con la comida. Siguió una plática en el pequeño jacal, donde la luz del único foco no lograba alumbrar la pequeña habitación, pues con la lluvia el voltaje bajaba y subía.

Descubre tu Mexico


Ahí supe que don Genaro se gana la vida tocando el acordeón, en las cantinas y mercados de San Luis de la Paz. Supe que Ceci, su hija vive con el corazón partido, pues fue deportada por diez años a manera de castigo, según entendí por haber entrado ilegalmente a USA son penalizados de esa manera cuando quieren tramitar su ciudadanía. Ella regreso a México, dejando en el país gabacho a su otro hijo de 12 años y a su esposo.
Amancio, su hijo más pequeño, es americano pero dado que apenas tenía un año, cuando deportaron a su mama, ha crecido siendo igual de mexicano que los nopales, esas historias hacen que a uno se le estremezca el Corazón y pueda uno ver que nuestros problemas no son a veces, tan grandes como parecen.

Con el corazon partido

Durmiendo al estilo Rutero-Touareg


Nos retiramos a dormir al tejaban, aquí pude ver que Patoloco carga con lo inimaginable, pues el cómodamente instalo su hamaca, mientras yo me instale en el suelo, usando la lona y el sleeping. Ahora si tuvimos tiempo de platicar y digamos que de algún modo, comprendí varias cosas con respecto a Pato, entendí por qué se hartó de las carreteras y vi que a final de cuentas el no es un Biker, sino un aventurero.

Una noche diferente


Dormimos ya bastante tarde y nos levantamos temprano, pero el sueño fue reparador, dormí arrullado por la lluvia y por el sonido del arroyo, que creció bastante con la lluvia, mil ruidos desconocidos para mi, estuvieron entonando sus melodías durante la noche, pájaros e insectos un delicioso sonido que algunos ya quisiéramos tener en la ciudad, hasta que un camión nos despertó a las 6 a.m.

La rana

Pato en el rio

Despues de una buena noche

La perra vida en Vergel de Bernalejo

solo paz

Que bonito

Mas de cien años de historia

Tan tenebroso

Un rico desayuno


Mientras tomábamos fotos y levantábamos el campamento podíamos escuchar a don Genaro cortando leña, Yolanda su otra hija llegaba con huevos para desayunar y nuevamente fuimos invitados a pasar un buen rato en el pequeño jacal, nos despedimos de la familia Aguilar, no sin antes retribuirles de algún modo su hospitalidad, ahora gracias a Patoloco, tengo yo también, una amistad ahí, en ese rinconcito de la Sierra Gorda que se llama Vergel de Bernalejo.

Gracias Familia Aguilar

Adios Amancio

Yolanda (patoloco)

Por aqui...(patoloco)

No cabes

El patolurias

hasta donde llegaras Suzu

Rin con paisaje (patoloco)


A unos kilómetros de dejar Bernalejo apareció ante nosotros la peña que lleva también el mismo nombre, una serie de monolitos que podrían parecer gigantes dormidos o una mano de diablo.

Vergel de Bernalejo

La peña de Vergel de Bernalejo (patoloco)


Seguimos rodando, Suzu trataba de llevar el mejor paso posible y Patoloco cada vez que me esperaba o me alcanzaba, me daba consejos para corregir mis errores de manejo, me invitaba a confiar más en mi moto, a corregir los derrapes y dar vuelta, sin bajar los pies y me decía que cuidara el lodo que se le juntaba en la salpicadera a Suzu, inclusive me recomendó quitar la salpicadera, cosa que yo ingenuamente no creí necesaria.

Viviendo


Los paisajes de San Luis de la Paz son simplemente hermosos, contrastan bastante con el paisaje desértico y el clima más frio que hay en Mineral de Pozos, aquí cada vez hace más calor y se siente un clima tropical, también puedo notar que van varias veces que cruzamos pequeños arroyos, lo cual me preocupa pues cada vez hay más lodo y de repente pato me dice:…”te voy a dar cien pesos por tu moto, pero ahorita, porque ya haya abajo no va a valer nada y ahí la vas a querer dejar”.

gracias


Al salir de una curva vi un lodazal tremendo, pato ya había cruzado, pero había una camioneta atascada, sus ocupantes trataban de desatascarla, para cuando yo entre al lodo, me atore en un pequeño desnivel y cuando intente bajar de la moto no podía pues el lodo era muy resbaladizo, por fortuna de inmediato me ayudaron dos de las personas que batallaban con la camioneta, un pequeño empujón y volví a tener tracción, cruce y ahora pato y yo nos sumamos al rescate de la camioneta , Pato con su experiencia off-road les indico la mejor ruta para cruzar y bien que mal, después de empujar y batallar un poco la camioneta logro cruzar.

En casa de la chin...(patoloco)

Sin miedo

Retando a la suerte (patoloco)


El camino mejoro y yo tontamente pensé que ya había pasado lo peor…error, la alegría solo duro cosa de un kilómetro ahora el camino estaba fangoso a mas no poder, la DR parecía tener poderes sobrenaturales ya que pasaba sin apuros, pero yo no podía avanzar ni siquiera a un paso lento, todo era ir remando con los pies, pato me dice que tiene que adelantarse ya que adelante hay un rio y este no tiene vado, teme que no podamos pasar, así que me pide que lo espere.

Maldito lodo aggggg¡


Yo tercamente decidí seguir, apostando por que lograríamos cruzar, pero el lodo me frenaba bastante, pese a que buscaba las huellas de rodamiento de la DR o de otros vehículos el camino era difícil, de pronto no puedo avanzar más, una rama se metió en la cadena, quitar la rama fue difícil el lodo todo lo complicaba.
Unos metros más y ahora veo que la rueda delantera ya no gira, trato de quitarle el lodo con las manos pero es inútil, está trabada, tonto, tonto y mil veces tonto, no escuchas a tus mayores, ahora tuve que batallar un rato quitando la salpicadera en medio de un mar de lodo, tengo barro hasta en partes que no ven la luz del sol.

Maldita rama


Después de un kilómetro en el lodo, el camino mejoro…bueno; digamos que ya no había lodo, pues unos enormes hormigueros a medio camino hacen que te des cuenta de lo poco que se usa el camino, más adelante me reencontré con Patoloco, donde me disculpe por no hacerle caso a tiempo con lo de la salpicadera, él me dijo que estaría muy difícil cruzar el rio…pero ya que yo era un aventado…pues podíamos intentarlo con el motor apagado.

Ciudad Hormiga a medio camino

El rio (patoloco)


Llegamos al rio y al bajarme de la moto Suzu se va al suelo, segunda caída de la moto, todo por no confiarme de la arena, por fortuna no hay nada que lamentar. Ahora puedo ver que cruzar será difícil, si bien el nivel del rio es bajo, la corriente es fuerte, no hay vado, así que para cerciorarnos de encontrar la mejor ruta, nos quedamos en calzones a riesgo de parecer secreto en la montaña y comenzamos a explorar el cruce, donde no hubiera piedras o hoyos, después de un rato de ir y venir Pato la marco con un par de piedras, ahora cruzamos a pie todo el equipaje, la corriente me hiso bailar un par de veces pero logre cruzar sin caerme.
Ahora es el turno de las motos, pato pasa la ruidocicleta encendida, pero sin montarla, caminando simplemente al lado de ella yo voy empujando atrás por si se atora la moto levantarla, pero el poder de la DR es suficiente para cruzar sin penas, por el contrario Suzu al ser más ligera casi nos la arrebata la corriente.

Un gran reto (Patoloco)


Ya con las dos motos del otro lado, volvimos a vestirnos y seguimos rodando en tierra de nadie, ahora si no veo rancherías, ni señales, y las pendientes son más tremendas, suzu las sufre bastante, de haber ido solo ya me hubiera regresado pero el guía que tengo es bastante…umm bueno no, creo que pato está loco y yo debo de estar tonto por seguirlo.

Lo logramos (patoloco)


De repente pato se me pierde, pero al salir de una curva veo al maldito pájaro que nunca logro fotografiar, es del tamaño de una gallina, gris, muy delgado de patas largas y tiene un copete medio Punk, según creo es un correcaminos, esta vez lo he visto a tiempo y apago la moto me acero a pie y cuando estoy por enfocarlo y disparar….ruummm pato sale detrás de mí, de no se dónde y el maldito pájaro vuelve a escapar. Según entendí el camino hacia el Realito se encontraba cerrado, pato de no sé de dónde había pedido informes en una ranchería que no vi. Por fortuna pato conocía un camino hacia la mesa de Jesús que no implicaba volver a pasar el rio, así que vamos de regreso.

Aventureros


Esta parte del viaje me comenzó a poner de genio, pendientes muy difíciles para Suzu, mucho calor, me quede sin agua y eso hacía que me pusiera de mal humor, Pato lo noto y me ofreció su agua…sorprendentemente Pato aún conservaba una botella de agua que trajo consigo desde Laredo, canijo Sr…no sé cómo no se deshidrata y sobre todo como a sus años tiene esa condición física tan tremenda.

Guanajuato desconocido (patoloco)

Cascada (Patoloco)

Sierra Gorda de Guanajuato (Patoloco)


Seguí sufriendo con las pendientes era subir un cerro, para inmediatamente bajarlo y Suzu comenzó por fin a quejarse, el clucht comenzó a patinar y la maquina pese a su cabezota se sobrecalentó, aquí Pato creo que sintió que ya no saldríamos, así que me dice podrás con la DR…yo nunca me atrevo a pedir una moto ajena, aunque me muera de las ganas, pero pues acepte ya que habría sido muy difícil salir con Suzu de ahí.

Ya no puedes SUZU (patoloco)


Primera impresión, batallo para subirme, en parte por el equipaje de pato y el terreno, pero a diferencia de la 200cc esta 650cc es alta, Pato me ayuda a ponerme en marcha como papa enseñado a su hijo a andar en bicicleta, pues yo torpemente hago bailar la ruidocicleta mientras el con un tanto de nervios me dice: ¡Esta moto es más pesada!…claro que es más pesada, todo mundo me había dicho que la DR650 era tremendamente ligera, muy similar a una tornado en peso, pero no…yo ya maneje la Tornado de Romano y esta moto se siente como un tractor, muy potente sí, pero para mi gusto pesada, lo cual me hace pensar que la KLR no debe de ser muy de mi agrado en la tierra pues todo mundo la califica como una moto pesada, el corazón se me acelera, pues la pendiente es tremenda pero la DR sube sin problemas, cambio a segunda y su potencia es asombrosa, aun así soy torpe manejando la moto.

Cambios


Cuando menos lo espero Pato me alcanza y no solo eso me rebasa, yo voy muy lento ya que no cambio más haya de segunda, pero pato tiene un dominio muy completo de la motocicleta y Suzu va volando en la terracería.

DR650 en mis manos (patoloco)


Ya en las cercanías de la mesa de Jesús, devolví la Dr650 a su dueño, me hubiera gustado manejar esta moto en una tierrita más leve o en carretera, pero en estos caminos la sensación fue tremenda me baje temblando y tome a mi Suzu, el corazón se me acelero a mil, pero por fortuna no me fui al suelo con la ruidocicleta.
Llegando a la mesa de Jesús nos reencontramos con la familia Aguilar, pero ahora solo hubo tiempo de un rápido saludo ya que llegar a la carretera nos tomaría otra hora de camino.

Regresemos a casa

Aqui esta la historia


Cuando por fin llegamos a la carretera Suzu se siente rodar en planito, esta vez me pase de chorizo la moto sufrió una sesión de tortura al estilo de la PGR. Eran las 6 de la tarde y llegar a Romita nos tomaría otras tres horas.
Entramos a San Luis de la Paz y otra vez cometo una pendejada, paso un tope a toda velocidad y solo veo por el retrovisor el baúl volando por los aires, con la vibración la parrilla se quedó solo con un tornillo y ese tope fue su muerte.
Reacomodamos el equipaje y ya no paramos hasta encontrarnos con Romano, ahí me despedí de pato, deseándole un buen regreso y una buena ruta con Romano, también le pedí que la próxima vez me avise desde antes, para irme a esconder y no estar en casa, pues rodar con este viejo loco no es algo fácil.

Ahora es tu turno Romano


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