Los tres Mosqueteros

Los tres mosqueteros
Por Arturo Salazar Toledo

Es Domingo 1 de septiembre,  Marina y su servidor nos preparamos para nuestra primer rodada juntos, el plan es dirigirnos con dirección a Pachuca, Hidalgo. Son las nueve de la mañana y estamos alistando las cosas necesarias, se siente un poco de frío, así que nos preparamos para la eventual helada en la carretera.

Es la primer rodada junto a Marina fuera del DF, así que se siente algo de nervios, yo no dije nada para no espantar a mi amada mochila jajajajaja… Necesito estar más concentrado que nunca. Ya vamos saliendo de casa, son las a las 9:30 a.m… A rodar se ha dicho. El plan es detenernos en la carretera para desayunar barbacoa y tal vez un buen consomé. La verdad que voy disfrutando el paisaje y la agradable compañía. La india va jalando de maravilla y parece que también disfruta de la compañía. Vamos haciendo buen equipo los tres mosqueteros.

 

Pasamos la primer caseta y empieza a sentirse el frío, creo que nuestro equipo es insuficiente para detener la corriente, en ese momento voy pensando en como se la estará pasando Marina. Me detengo para preguntarle como se siente, me dice que muy bien, que está disfrutando el paisaje… Vamos a unos 45 minutos de casa y el estomago empieza a pedir esas ricas barbacoas, nos detenemos en una carpa llamada “don Beto”.

 

 

Disfrutando del desayuno y de la plática, empiezan a pasar sobre la carretera muchos autos clásicos, tal vez van a un concurso o a una muestra de autos, la verdad que están geniales. También pasan muchos amigos motociclistas, algunos en motos chopper y otros en motos deportivas, lo curioso que casi nadie contesta el saludo de biker. Pero bueno, hay gente para todo y de todo un poco. La ruta sigue, mi idea es llegar hasta la desviación de Actopan y ahí dar vuelta para detener el camino y relajarnos a la orilla de la carretera.

 

 

 

 

Encontramos un lugar ideal para descansar y disfrutar el cielo azul del bello Hidalgo. El sitio para reposar es un árbol que nos brinda de una sombra estupenda. A nuestro lado derecho hay un camino lleno de nopales de campo, los cuales me recuerdan a los viejos campamentos. El camino también me recuerda a mi película favorita llamada “sueño de fuga”, la cual les recomiendo.

 

 

 

 

 

 

 

Después de un par de horas de descanso, nos despedimos de nuestro árbol con la promesa de regresar a saludarlo y disfrutar se su sombra. Son las 13:30 y preparamos el camino de regreso a casa.

 

 

 

 

Regresamos a casa con calles cerradas y algo de tráfico, ya que existen manifestaciones en contra del informe de gobierno, pero venimos demasiado relajados y no queremos estresarnos por nada. Recorrimos 200 kilómetros… Los primeros kilómetros juntos, y espero que vengan muchos más en un futuro.

Gracias Marina por confiar en mí, te amo… Gracias Zolin por la publicación…

NOS VEMOS EN EL CAMINO

 

 

 

 

 

 

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