Por Arturo Salazar

Morelos-Distrito Federal-Hidalgo.

Honda Tornado, Bóxer Bajaj.

Son las 6 de la tarde del día 1 de Noviembre, preparo los últimos detalles para ir a recibir a Yes y Said que vienen de Taxco. La cita es a las 9:30 en la gasolinera de Tres Marías, Morelos. Se espera lluvia fuerte, además que es viernes por la noche y la circulación en el DF suele ser muy estresante. Rodilleras, coderas, bolsas para cubrir las alforjas y la mochila del tanque (la franquinstein)…

La primera parada es pasar por Marina que vive en Coyoacán, son aproximadamente 15 kilómetros, los cuales se hacen eternos, porque también hay muchas avenidas en reparación. Tres Marías, allá vamos!!!

El viaje es de 60 kilómetros, curvas, frío, paisajes que logran ver lo hermoso de la naturaleza, a pesar de que estamos viajando de noche. Al entrar en la zona de curvas empezamos a sentir el frío abrazador, y eso que vamos preparados con “zarape” y toda la cosa. Son las 9:40 y casi llegamos al punto de reunión, aprovechamos para detener la marcha y poner al tanto a Yes y Said de nuestra ubicación. Quince minutos después llegamos y nos disponemos a recibir a los hermanos. La verdad que estamos emocionados, Marina porque va a conocer a los motoruteros que tanto le he mencionado, y yo porque nuevamente voy a tener la bendición de darles un fuerte abrazo.

En espera de los hermanos

Entre plática y plática, llegan Said y Yes, nos damos un fuerte abrazo y hablamos de los relatos de nuestras respectivas rutas. Les hice la pregunta, ¿qué tal el frio? a lo que respondieron que NO mucho, entonces, Marina y yo llegamos a la conclusión que los friolentos somos nosotros jajajaja. Después de unos minutos de charla, decidimos emprender nuestro camino, ahora juntos, con dirección al DF. Marina y yo tenemos el plan de dar a nuestros hermanos un tour por el centro de Coyoacán, y que juntos disfrutemos de la fiesta del día de muertos, además de tener una rica cena. El viaje fue muy rápido, la lluvia y el tráfico respetaron nuestro andar.

Llegamos a los alrededores de Coyoacán a las 11:30 y comienza la búsqueda de un lugar para comer. Encontramos un restaurant, sólo que no había lugar para estacionar las motos, y nos dice el “viene viene” , suban sus motos a la banqueta y ahí pueden dejarlas. Tal ves el esperaba que la tornado y la india tengan la capacidad de volar, ya que la banqueta era muy alta jajajaja… Decidimos ir directos al centro de Coyoacán, y ahí buscar ese lugar tan anhelado por todos: DONDE CENAR! Jajajaja. Son casi las 12 am y nos sorprende que a esa hora el centro esté tan lleno: monstruos, fantasmas, personajes de caricaturas, casi ni se puede caminar.

Marina presente en medio de “las huesudas”

Decidimos comprar la cena e ir a casa de Marina. Unas ricas sincronizadas, la coca cola, la charla, hacen que perdamos la noción del tiempo. Fuimos a dormir casi a las 3 de la mañana y a poner los despertadores, ya que tenemos el plan de salir rumbo a Hidalgo a las 8 de la mañana.

Salimos de casa a la hora planeada, vamos circulando por Lázaro Cárdenas y paramos la marcha para tomar algunas fotos

De guía de turistas jajajaja

Plaza de las tres culturas, Tlatelolco.

Parroquia Santiago y Centro cultural Tlatelolco.

Ya con dirección a Hidalgo, vamos a buen paso ya que en ese momento no hay mucho tráfico, así que se disfruta el ambiente. Después de 45 minutos llegamos a la caseta.

Marina, Yes y Said.

Motoruta Presente

Detenemos el camino para desayunar una rica barbacoa y un consomé. Después de un rato de sobremesa, continuamos la rodada que nos conduce hacía las grutas de Tolantongo a Said y Yes, y Marina y yo tenemos que regresar a casa.

Rumbo a Actopan

En la división de Actopan-Ixmiquilpan detenemos el camino para despedirnos de nuestros queridos hermanos. Teníamos el plan de estar con ellos todo el fin de semana en las grutas, pero por cuestiones personales, tuvimos que regresar de forma prematura al Df. Una rodada que nos llevó a recorrer 410 kilómetros (Marina y su servilleta) y muchos de ellos con la grata compañía de los hermanos motoruteros.

Gracias Yesenia y Said por tomarnos en cuenta y por visitar nuestra ciudad…

Gracias Marina, por esa aventura inolvidable…

Gracias Zolin por toda la disposición de publicar mi relato.

“Nos vemos en el camino”