La Fascinación de viajar siempre es algo que he traído inherente, así como creo que es algo inherente al hombre la necesidad de viajar, puesto que viajando es como inicio nuestra especie, negar o dejar calmar ese deseo, creo es equivalente a posponer una parte importante de la vida…
Desde hace tiempo estaba planeando varias salidas de la ciudad, me encanta mi Ciudad de México, pero si paso mucho tiempo en ella sinceramente siento que me empolvo y me vuelvo loco, el ajetreo incesante puede tener ese efecto. Estos planes de se me habían truncado, ya sea por el tiempo o por el dinero, o por ambas, pero hace un par de semanas estuve decidido a hacer una salida a como diera lugar, y no aquí “a la cuadra” como hasta ese momento lo venia haciendo.
El objetivo era salir de la ciudad y tomar carretera en serio, y desde hace un tiempo había visto a varios compañeros de Motoruta con un parche que me llamo la atención “Estado Civil Motociclista” me gusto su diseño así que me di a la tarea de informarme como conseguirlo. Para obtener el parche el asunto es sencillo, Rodar a Orizaba Veracruz y ahí conseguirlo, el único requisito es llegar rodando por él, (y claro contactar a quien te lo dé) así que sin más, decidido, planee mi viaje unos días antes, el jueves 8 de Mayo fue el día elegido, contacte al compañero que me facilitaría el parche y adquirí unos Items para el mi viaje, la moto la lleve un par de semanas atrás a servicio completo, así que no debería tener ningún problema, calcule los gastos y como dicen los de habla inglesa “Let’s Hit the Road”.
Inicialmente la parte más peligrosa como siempre fue salir del D.F. que desde las 5 de la mañana en que salí ya había tráfico y enlatados furiosos dispuestos a no dejar pasar ni el viento, yo me fui muy tranquilo hasta salir de la ciudad, me encamine en la carretera a Puebla y todo paso sin novedad más que el frió que se sentía, ya en las afueras de la mancha urbana, al poco rato en la carretera se presento el primer punto importante, una banco de niebla densa en la carretera hace que mi marcha disminuya y hace que sortee con mayor precaución las curvas, paso lento antes de entrar a Puebla, varios tráileres a paso lento me ayudan a sortear la carretera sin riesgo, veo la hora pero no me preocupo, tengo tiempo de sobra.
Pasado ese escollo entre los muchos pensamientos que tengo uno que me viene constantemente a la cabeza es “qué bueno que traje ropa abrigadora” el frió en la carretera estaba pegando duro, mis manos están entumidas así que comienzo a hacer movimientos con ellas para que tengan buena circulación. Hago una pequeña escala pasando puebla, donde por cierto me toco un tráfico bastante cargado, eso me retraso un poco, pero igual me mantuve calmado porque era muy buena hora, según el gps yo debería estar a las 10:20 en Orizaba.
Desde poco antes de la caseta la carretera se vuelva una enorme recta que se extiende a lo largo de 78 kilómetros continuos, ciertamente no es el tramo más entretenido del viaje, pero te da tiempo y oportunidad para disfrutar el paisaje… y tomar fotos encima de la moto.
Nota aparte, las fotos las tome con extrema precaución y como mencione antes, en plena recta de 78 kilómetros, asegurándome que nadie viniera detrás de mí ni que hubiera viento. Llegando a los limites de Puebla y Veracruz me detuve para estirar las piernas y desayunar unos ricos tamales y atole, la vista del Pico de Orizaba es espectacular desde la carretera, y note algo de lo que no estaba enterado, ¡hay un telescopio enorme en el volcán vecino del Pico de Orizaba! el volcán Atlitzin, desde la carretera se notaba su enorme tamaño, después de una plática con un señor que según me dijo vive en “la Esperanza”, mientras desayunaba comento que todo el telescopio es una estafa y que el “pinche gobierno nomas nos jode a todos” (sic) pero igualmente menciono que está abierto al público para que lo visite, así que pensando en un futuro, tengo que ir y que mejor forma que hacerlo en moto, pero será para otra ocasión. Decido continuar mi recorrido, ya estoy muy cerca de mi destino.
Entro a las cumbres de Maltrata, hace mas de 10 años que pase por ahí, pero en automóvil, y recuerdo que me gusto la espectacularidad de la carretera, ahora en Motocicleta la experiencia se magnifica, el aire de la montaña, los túneles en medio de la sierra con la vista del pico de Orizaba cada vez que sales de uno, las curvas prolongadas de bajada, es una experiencia que se queda contigo si te gusta rodar en motocicleta, altamente recomendado.
Pasando tan espectacular carretera, llegas a Orizaba, donde una vez ubicado decido pasar a descansar un poco en el centro de la ciudad, el compañero James Bombond encargado de llevarme por el parche llegara dentro de un rato, así que exploro un poco del centro, intento comunicarme para decir que llegue bien, pero no tengo señal intento varias cosas y nada, resulta que había ocurrido un temblor en Guerrero y eso hizo que el servicio fallara, así que nadie sabe que llegue con bien… posteriormente después de unas horas recibí llamadas muy preocupadas preguntándome si estaba bien.
Ya a la hora que habíamos quedado conozco al compañero James, de quien solo tengo recuerdos agradables, de trato cordial, amigable y una plática muy entretenida. Nos dirigimos al lugar donde entregan el parche, que al parecer es punto de reunión para el Moto club de Mañosos donde conozco a varios compañeros y recibo el objeto por el que realice el viaje, y de paso admire las hermosas motos de los miembros del MC, todos me trataron de lujo, y sinceramente espero coincidir con ellos en alguna otra ocasión.
Después de Platicar un rato, recorrer la ciudad y comer una Pizza emprendo el regreso al D.F. a las 4.30 de la tarde, me pierdo un poco en la ciudad y termino saliendo aproximadamente a las 5 y algo, 2 horas después de lo que yo había planeado, pero me digo con calma que tengo todavía un buen tiempo de luz solar. Ya solo con 1/4 de tanque de gasolina pienso en pasar a la gasolinera más próxima… Pero oh! torpe de mí, lo olvido por completo, solo recordándolo cuando comienzo a subir de nuevo las Cumbres… ¿qué hacer? ¿me regreso? no puedo… ¿sigo?, corro el riesgo de quedarme sin gas a la mitad de la sierra, ¿me paro a un lado de la carretera e imploro a alguien que me venda un poco? mmm es opción, pero creo que la guardare si me quedo en cero de gas, decido continuar esperando que la buena suerte me acompañe y me permita subir las montañas, bajarlas, y llegar a puebla, donde estoy seguro debe haber alguna gasolinera cercana.
El destino me tenía preparada otra sorpresa, el transito en la carretera está parado, veo que se extiende un largo tramo, le pregunto a un conductor de autobús que había ocurrido, resulta que nada, solo que la carretera está siendo arreglada y la cola de autos y tráileres se extiende por varios kilómetros. Malas noticias, nuevamente entro en dilema de que hacer, no quiero quedarme varado por horas esperando a que anochezca para enfrentar horas de camino de noche, no puedo darme vuelta, tengo poca gasolina y recorrer ese tramo en 1 y 2a velocidad no me convence mucho, dado que como sabemos, son las velocidades que mas gasolina gastan… y de subida. Finalmente, lo que decido hacer es continuar, le di para adelante, metiéndome entre los autos y buses como podía, a veces lentamente por la acotación, que estaba en mal estado, dando al desfiladero de un lado y al de un tráiler del otro, como sea que fuere, lo conseguí, adelanto al último (o primer) tráiler y paso el tramo en reparación, veo con gran asombro que el medidor de gas prácticamente ni se movió, alguna providencia tal vez me socorrió e hizo que esos 2 litros de gasolina me duraran más de lo que acostumbran.
Ya con un poco de prisa le meto velocidad al asunto, ahora va de bajada toda la carretera, se nubla un poco y llovizna, pero nada de consideración, veo que las nubes están un poco bajas, incluso muchas, siguiendo el aire de la montaña pasan a unos pocos metros de mi cabeza, vistas espectaculares y nubes que parecen estar vivas salen de los desfiladeros de la montaña por la que la carretera ha sido trazada, seres amorfos sin vida parecen danzar entre sí. Mientras que la carretera la tengo para mí solo, pasa un largo rato sin que aviste otro carro.
Al poco rato la gasolina me preocupa de nuevo, ya estoy a punto de llegar a Puebla, así que me relajo un poco, pero nuevamente por ir concentrado en el camino, dejo pasar ¡una gasolinera! Me doy cuenta de ello ya pasados varios minutos de pasar a su lado, a la segunda gasolinera que paso, por poco me voy de filo, de hecho lo hice, pero no fue por mucho, así que me regrese porque definitivamente ya no llegaba a ningún lado, con la gasolina prácticamente en reserva cargo gas y paso al obligado Oxxo donde varias personas se me quedan viendo raro, ahí mando mensajes de mi situación a mis familiares y a mi novia y continuo con el camino, entro de nuevo a la recta de Puebla.
Ese tramo de la carretera pasa sin novedad alguna, un tráiler que me estaba echando carreritas, pero fuera de eso nada que reportar, ya entrando de nuevo a la Ciudad de Puebla, el sol se está ocultando, haciendo aparecer un espectacular atardecer naranjoso con azul y negro, realmente espectacular, lamentablemente no tengo fotos de eso, no pude detenerme entre la prisa y que considere un poco arriesgado pararme en la lateral con mi pequeña moto en una autopista muy transitada.
A los pocos minutos se dio justo lo que yo buscaba evitar en un principio, rodar de noche en carretera, fue algo inevitable, y algo que ahora recuerdo con mucho entusiasmo, por momentos en la carretera quedaba yo solo, sin luces más que las de la moto y el sonido del viento en mis oídos, la temperatura comenzó a descender y al poco rato empezó a llover, con la mente en las personas que me esperan en casa extreme precauciones y a paso lento pero seguro continué, pase por la zona boscosa de puebla a buen ritmo, pasando Rió frió, la lluvia se intensifico, pero al poco rato ceso, aun así dejando la carretera mojada sigo rodando con precaución. Puedo decir que cuando vi las luces de mi ciudad a lo lejos, me dio alegría saber que ya casi lo lograba sin incidentes, la bajada fue a todo lo que daba la moto (que tampoco es mucho cabe decir) y sin darme cuenta, ingresaba de nuevo al D.F. donde por cierto me perdí , tuve que sacar el gps en mi propia ciudad jajaja en fin..
Llegue de regreso a mi casa a las 10:30 p.m. cansado, pero con una sonrisa en mi rostro, y con la satisfacción de haber logrado lo que me propuse y quería, poco mas de 700 km en un día, ahora a pensar, ¿donde más puedo ir próximamente?…