Relato compartido por: Arturo Neri
Que tal amigos de Motoruta, les saluda nuevamente, su amigo el Carcayú, en esta ocasión para relatarles mi experiencia al participar en la rodada Mexicana, organizada por motociclistas libres de Morelos, desde el año pasado que me enteré de la existencia de este evento, me nació la inquietud por participar, por lo que este año estuve muy al pendiente de cuando seria la rodada, por suerte coincidió en un día que me tocaba descansar el 11 de septiembre, día domingo, la rodada prometía ser algo nunca antes vivido por un servidor, el amigo Jose Juan organizador del evento, anunciaba que sería una “rodada un poco de alto rendimiento” se rodaría por varios municipios del estado de Morelos iniciando en el municipio de Jiutepec, y teniendo como punto final el mismo punto de inicio, antes y como gran objetivo en Anenecuilco lugar donde nació el gral. Zapata se realizará un homenaje a este gran hombre Morelense.
El día de la rodada se llegó, una mañana lluviosa, yo tenía planes de asistir con un amigo del trabajo pero un día antes canceló, el plan también era rodar con mi amigo Cesar y los perversos, pero también estos no irían al evento, César me confirmaba por la mañana que el si asistiría pero que nos veríamos en el punto de reunión, así pues con estas circunstancias estaba un poco indeciso si asistir o no, empecé a preparar lo que llevaría, herramienta impermeable, revisión de la blue girl de último momento, un desayuno rapido y aun un poco indeciso tome camino.llegue a la carretera federal Cuautla-Cuernavaca cerca de las 7:30 am,el asfalto se encontraba mojado, pero al no haber el tráfico habitual de la semana pude llegar a buena hora al punto de reunión, me sentía emocionado, en el camino encontré una pareja que viajaban en una moto al parecer pulsar, los salude suponiendo que llevaban el mismo rumbo que yo, un poco más adelante en una gasolinera encontré otro grupo de motociclistas, los salude pero solo me vieron raro y me ignoraron, al llegar al estacionamiento de sam´s Jiutepec ya había un gran número de motociclistas y al ir yo solo me sentí un poco intimidado ante tantos desconocidos, busque donde estacionar la blue girl y me dispuse a registrarme busque al organizador del evento el cual solo conocía a través de facebook me presente y con él y después de unas cuantas preguntas acerca de mi lugar de origen y la cilindrada de la moto me envió con los black bikers Yautepec, para que rodara acompañado por ellos, después de registrarme con los black bikers solo quedaba esperar el inicio de la rodada.
para este momento ya eran casi las nueve de la mañana, todos estábamos impacientes por iniciar, yo la verdad es que me sentía ya más incómodo seguía solo sin alguien con quien comentar algo incluso me sentía un tanto ignorado, la verdad es que tampoco andaba muy sociable, estuve apunto de abandonar la rodada antes de iniciar por esa razón. de pronto dieron la indicación de encender máquinas y tomar lugar en el contingente que rodaría, mis “compañeros” empezaron a organizarse y entonces escuche que el líder daba instrucciones con algunos términos que desconocía como que necesitaba dos “alas” y de inmediato dos voluntarios se dispusieron para hacer esa función, yo le pregunte que donde rodaría y su respuesta fue “tú te vas con la bola” y con la bola fui a dar. ya en mi lugar en la bola vi llegar a mi amigo Cesar en su flamante Yamaha R3, y un amigo suyo en una Fz, les comente que tenían que registrarse y que los asignarían de acuerdo a la cilindrada de sus motos, me regrese a mi lugar y espere el inicio, era tal el tamaño de la “bola” que no alcance a ver donde se ubico Cesar y su amigo, y por fin con un pequeño contratiempo ya que a un black biker se le pinchó la llanta trasera justo antes de iniciar la gran rodada Mexicana comenzó.
los primeros kilómetros fueron en la ciudad y fue donde comprendí la función de los “alas” y como de manera casi temeraria en las intersecciones bloqueaban el tráfico para que los demás pudiéramos pasar de una manera más segura.
Algo que también era nuevo para mi son las señales, algunas ya las conocía como señalar con los pies los baches, pero otras no como levantar una mano con el puño cerrado que ahora se que es para indicar alto y algunas otras más que ahora mismo no recuerdo. Pues bien los primeros kilómetros se rodaron en el tráfico de la ciudad por el bulevar Cuauhnáhuac hasta entroncar con la autopista del sol, rodando solo unos cuantos kilómetros sobre esta vía para después tomar la carretera federal hacia Temixco, para ese momento yo rodaba un poco más tranquilo ya había tomado mi lugar dentro del grupo he intentaba seguir el orden establecido por los líderes.
Al llegar a Temixco en un semáforo ocurrió un percance un compañero en una Fz se fue al piso no alcance a ver la razón de la caída, nos detuvimos para ver si estaba bien, el golpe fue sin consecuencias, iniciamos la marcha nuevamente pero con el alboroto de la caída y por no conocer a mis compañeros me perdí, la gente que iba a mi lado ya no eran los mismos que al principio y lo peor es que no los veía por ningún lado, trate de buscarlos pero fue inútil así que decidí rodar en mi nuevo grupo, para este momento ya rodábamos por caminos desconocidos para mi, la carretera era buena y estábamos dejando atrás el tráfico así que no había más que disfrutar la ruta.
Empezamos a pasar por varios poblados y la gente se sorprendía al ver tantas motocicletas sacaban el celular y nos filmaban, algunos nos decían adiós otros más aplaudían a nuestro paso y no faltó alguno que otro hermano biker que aun cuando estaba a pie nos saludaba con el clásico saludo biker, era algo verdaderamente agradable y emocionante. Como les decía antes la ruta era desconocida para mi no sabia por donde pasaba, solo disfrutaba los paisajes, disfrutaba el camino, disfrutaba mi moto, no recuerdo el orden cronológico de los lugares que pasamos, recuerdo que rodamos a las orillas de un lago, después por un lago más grande que el primero Tequesquitengo si no me equivoco, recuerdo también que nos detuvimos para almorzar en no se donde, ahí busque nuevamente a mis compañeros de inicio sin éxito, busque también a César pero de él y su R3 también ni sus luces, así que no me quedó más que seguir rodando solo entre una multitud de bikers, me intercalaba a veces con un grupo y rodaba un poco con ellos y me separaba de ellos para unirse a otro a veces porque se detenían y yo quería seguir rodando otras veces porque me ignoraban y empezaban a adelantarme hasta que me separaban de ellos, así continúe hasta que se hizo una parada general y se reordenaron todos los grupos, yo volví a unirme a mi grupo original.
Se reinicio la rodada a los pocos kilómetros nuevamente perdí a mi grupo, aunque esta vez ya no me importó me había acostumbrado a rodar solo y a mi ritmo, solo me preocupaba que si tenía algún problema al ir solo tal vez nadie se detendría para ayudarme, pero confiaba en la blue girl, hacia poco que le había hecho el servicio. Estábamos rodando ya en la parte sur del estado de Morelos el clima se sentía ya caliente, cruzamos por algunas poblaciones nuevamente la gente nos saludaba nosotros correspondemos el saludo con el claxon o con la mano diciéndoles adiós. Para este momento el grupo rodaba unido pero poco a poco se comenzó a segmentar.
recuerdo que un grupo completo tal vez un MC se separó tomando un rumbo diferente, otros más se detenían para refrescarse en algún lugar yo continúe hasta que nuevamente la mayoría se detuvo para descansar para ese momento habíamos rodado cerca de 160 kilómetros y ya pesaban en los glúteos, estamos ya cerca de Chinameca escuche a alguien decir. Se reanudó la ruta yo inicie nuevamente solo pero pronto me dio alcance un grupo como de seis motos y me uní a ellos, después de un rato de rodar por fin llegamos a Anenecuilco y digo por fin porque a estas alturas ya me sentía cansado quería bajarme de la moto y estirar las piernas, nos detuvimos a las afueras para esperar a los que aún no habían llegado y poder entrar todos juntos al poblado mientras esperaba a lo lejos vi una cara conocida era César quien estaba con su amigo y otro conocido suyo me acerque a ellos feliz de ya no estar solo, platicamos un poco tomamos algunas fotos cuando dieron la indicación de arrancar máquinas para hacer nuestra entrada triunfal en Anenecuilco.
Así con música de banda que tocaba el tradicional chinelo y el rugir de cientos de motores llegamos al pie de la estatua erigida en honor al general Zapata.
se realizó un breve pero emotivo homenaje donde se dijeron algunas palabras y se depositó una ofrenda floral al pie del general, el más grande hombre nacido en esta tierra Morelense. Acto seguido nos invitaron a comer, pero César, Pepe (que si no estoy equivocado así se llama el amigo de Cesar) y yo decidimos no quedarnos a comer y emprender el regreso el cielo anunciaba lluvia y para no mojarnos nos adelantaríamos.
Para llegar más rápidamente tomamos un atajo en Cuautla que nos llevaría a través de la comunidad el Hospital directamente hasta Cocoyoc, en el camino nos agarró una ligera lluvia por lo que me detuve para guardar mi cámara, yo rodaba detrás de mis dos compañeros intente avisarles que me detendría pero no me escucharon por lo que se adelantaron para más adelante detenerse a esperarme, cuando los alcance me hicieron la señal de pasar adelante, y así continuamos, ese camino lo he recorrido muchas veces sin ningún problema… Pero en esta ocasión la carretera estaba mojada y al llegar a una pequeña curva sin saber aún que sucedió, de pronto me vi en el suelo y la blue girl arrastrarse y detenerse a unos cuantos metros adelante de mi¿que paso? No se, tal vez entre un poco más rápido a la curvita y me dio pánico y frene y eso me llevó al suelo, no lo se, gracias a Dios no hubo grandes consecuencias, la moto tuvo algunos raspones y el posa pie izquierdo y la defensa del mismo lado torcidos pero nada más, yo por mi parte salí bien librado, al día de hoy que escribo estas líneas han pasado diez días y aun me duele el hombro y el tobillo pero solo eso, mi equipo de protección aunque austero me protegió bien salí sin un rasguño, mis compañeros me ayudaron a levantar la moto después de ver que estaba bien continuamos la marcha con otro pequeño susto más adelante iba nervioso y en otra curva estuve a punto de salirme del camino, pero solo quedó en eso, en Cocoyoc tomamos la federal Cuautla-Cuernavaca y en san Carlos me separe de mis amigos para llegar a mi casa después de 220 kilómetros y un susto.
Término así mi primera rodada Mexicana a través de mi estado Morelos me dejo muchas enseñanzas y ganas de repetirla el próximo año si Dios me lo permite. Amigos les agradezco mucho el que hayan llegado a este punto de mi relato esperando no haberles aburrido, les envió un saludo donde quiera que se encuentren, usen su equipo de protección y nos vemos en el camino.