Un Relato de Fco. Polo
Bueno, como me podía escapar sólo una sesión de mis clases en la universidad y se me complicó la ida a Durango me fui a la sierra Queretana que siempre resulta muy divertido buscar alguna que otra nueva ruta por allá. Desde hace mucho tiempo me vienen contando que normalmente traen las acamayas, que son cangrejos de rio enormes, de la huasteca, por Tamasunchale pero suelen ser de criadero y además están muy caras. Resulta que también me dicen los GPS rancheros que son más baratas y más grandes de otro lugar, ese lugar es Tangojó, colindando con Hidalgo y allá nos fuimos, a buscar el rio Moctezuma por terracería y a pasear un rato por ahí, por ahí.
Esto es Bernal que se está convirtiendo en una referencia para la sierra porque además tienen unas carnitas muy buenas.
Y para Alexandro, todavía no me acerco a tus super fotos pero ahí voy.
De fondo la peña de Bernal desde otra vista, estoy en la segunda sierrita antes de llegar a Peña Blanca.
Aquí estamos saliendo hacia Tilaco, ya en la sierra. He omitido muchas fotos de la sierra porque en otros relatos y otros MRM ya las han puesto.
Camino a Tilaco, como se puede ver con las palapas, la influencia Huasteca está por aquí.
Por allá abajo se ve Tilaco, eso sí, hay que pasar otra sierrita, jejejeej, todo lleno de curvas y más curvas.
Llegamos a Tilaco, un refresco y a actualizar el GPS ranchero.
Ya sabrán, misión Franciscana en donde profesaba el padre Miracle, un paísano mío que hizo mucho bien a la región, tanto que le hicieron un monumento.
El camión que usó el padre Miracle para hacer la carretera.
Y vamos a Santa Inés, aunque parece que se pone feo por ahí, por ahí.
Nuestro cerro de la silla, por aquí empezará a notarse la altura.
Se ven los cerros a lo lejos de donde venimos.
Cómo no, si nuestro escudo lo tiene, como decía estamos a unos 2.500 algo así, ya ni me fijo porque por Pinal se alcanzan casi casi los 3000 metros por encima del nivel del mar.
Parece suiza pero en verano, por ahí está Heidi y su niebla, jejeje.
Por allá hemos de bajar hasta el rio y todavía quedaaaaaaaa.
Otra piedra en el camino, me enseñó que mi destino era…..
Por fin, llegamos a Tangojó y claro se antoja una cervecita bien fresquita, pero no se crean, todavía hay que bajar como otra media hora por terracería más divertida.
luego me entero que se bajó la pila y tuve que empujar, ya me podía haber avisado mientras bajaba, jejeje.
Cómo no, para que sea bien divertido esto de la ruta, hay que tener alguna ponchadura en el camino para hablar con la gente que te ve ahí parchando la llanta, menos mal que iba preparado, jejeejej, en 20 minutos ya estaba arreglado.