1ª Rodada, DF – Tepoztlán
Relato por Gabriel Meléndez Mazlum
La carretera, velocidad, el verde de los paisajes, pero sobre todo mi moto y yo, esta es la reseña de la primer rodada que hice hacia Tepoztlán saliendo del DF.
Era domingo 29 de Junio, la selección mexicana jugaba a las 11, contra… quien sabe no me acuerdo, no era importante para mi. Sin ofender a los fanáticos del balón pie, personalmente creo que el futbol es como el opio de las masas, los Villa-melones se embrutecen viendo correr a 22 trogloditas detrás de un balón. El país está de la jodida, que importa… hoy juega la selección!!. Pero bueno esa es mi opinión, hay muchas otras que expresan lo contrario y eso es lo bueno de convivir en grupos tan diversos, lo importante es aceptar las diferencias, tener tolerancia y convivir en santa paz.
En fin, era domingo 29 de Junio, el clima ideal, sin mucho calor, no había pronóstico de lluvia, y al parecer el tráfico iba a estar moderado, gracias al juego de la selección, así que considere que era la fecha ideal para aventurarme a mi primera salida en carretera, iría solo, no pude contactar a nadie ni unirme a ningún grupo, es lo malo de ser nuevo en esto y no pertenecer a algún MC o algo así, pero que importa, esto se trata de la aventura.
Así que me puse mi equipo de protección o traje de “Power Ranger” como me dicen en la oficina, cargué mi maleta con agua, lonches por si me daba hambre en el camino, un cambio de ropa por si las lluvias, y un pequeño kit médico en caso de accidente. Eran las 7:00 am y salí del depa a media luz; el destino, Tepoztlán, ¿por que? No se… aprendí que el destino no es lo importante, es el trayecto lo que importa.
Tomé el periférico con dirección a Xochimilco, la intención era salir en Viaducto Tlalpan y tomar la autopista a Cuernavaca y llegar al pueblo mágico de Tepoztlán, era la intención, porque como no me fijé bien en la salida, me pasé un poco y tuve que usar el Gps, para retomar la ruta, pequeña contrariedad sin mas inconveniente.
Finalmente llegué a la salida a la autopista a Cuernavaca y por fin a la carretera, antes pasé por la caseta y me di cuenta de lo complicado que es con guantes, casco y en moto pagar una $@#%ª;!! Caseta, ¿Cómo podemos hacerlo más fácil?? Y para colmo el HDSPM del casetero me regresó el cambio de los $50 en moneditas, total que de los $23 que pagué, mas los 15 que se me cayeron salió mas cara la caseta, ni modo.
Tomé la carretera, ahora si a acelerar, a tomar las curvas y a sentir el frío, no es lo mismo el clima dentro de la ciudad a el de campo abierto, sentía el viento frío en el pecho y en el cuello, aprendí la importancia de prepararse contra el clima, un chaleco y protección en el cuello hacen una enorme diferencia, nada está escrito y el aprendizaje es lo que forma la experiencia.
150cc son suficientes para la ciudad, pero para carretera si se necesita un poco mas, (Es un decir) pero también aprendí que disfrutar el camino es lo importante, que hay que poner mucha atención a la carretera y no embobarse con los paisajes, que vale la pena decirlo son espectaculares, la mayor parte de mi vida he vivido en el Norte, así que estoy acostumbrado al clima árido, por lo que el verdor, la humedad y los paisajes del centro me maravillan, y también las carreteras. La triste realidad es que en Nuevo León y Tamaulipas las carreteras son una porquería y ni hablar de la inseguridad.
El límite máximo de bajadita y con vuelito fue de 117 km/h, la velocidad de rebase hasta 97 kh/h y la óptima crucero de la Yahama FZ-16S 2014 es sobre los 85, (Todo esto es estimado). Así que a 85 km/h más o menos, proseguí mi viaje, hasta la primera parada en una gasolinera, ahí compré un café, tomé agua y estiré las piernas, y tuve mi primera plática como motociclista… no importa si tienes una Harley, BMW, o una japonesita, si son de gran cilindrada o de menor cilindrada, para los demás eres un motociclista y te ven como un aventurero trotamundos… A un lado de mi moto se estacionó un grupo de chavos que venían en coches e iban a Cuernavaca, y me hicieron la pregunta de rigor… ¿Es tuya la moto?… sonreí y empezamos a platicar… De donde venía, a donde iba, que velocidad alcanza la moto, y otras cosas, me sentí alguien mas… de ser un completo novato pasé a ser un experto en viajes y ya tenía mi primer grupo de fans, hasta foto pal recuerdo se llevaron los chavos.
Proseguí mi camino y le tomé mas sabor a las curvas, es un mundo de diferencia manejar en la ciudad, ya llevaba 2 meses con mi moto y es mi principal medio de transporte así que todos los días recorro entre 15 y 20 kms de casa al trabajo y de regreso, filtrarse entre los coches, esquivar peatones y ciclistas es cosa de todos los días, pero el viajar por carretera, OH DIOS!!! Esto es lo mío, la sensación de la moto, la carretera el viento y yo es … TODO.
Pronto, un baño de realidad, un tráfico denso, coches parados, y no se veía nada mas adelante. Lo bueno, lo maravilloso de tener moto es poderse filtrar entre los coches y avanzar. Avancé, calculo que poco mas de 1 km ½ y me topé con la triste realidad, un accidente horrible, una minivan volcó, había objetos regados por la carretera, vidrios y fierros retorcidos, afortunadamente ya estaban abanderados por federales y ya había ambulancias atendiendo a los heridos. Una familia completa viajaba en la minivan. –ESTÚPIDO!!!- Grité para mis adentros y me quedé mirando fijamente al que parecía ser el conductor, que estaba sentado en la carretera, -“Pudiendo manejar tranquilo y responsable, y por querer ganar tiempo tuviste un accidente, DIOS quiera que no haya habido muertes.”- Me filtré y filtré y salí del tráfico.
Y otra vez en menos de 3 kms, otro accidente, -“Malditos enlatados!!!”- Pensé nuevamente, pero pronto quedé atónito, este accidente se veía mucho mas grave… no miré, me quedé en silencio, dije una plegaria y proseguí con mi camino.
El camino increíble, estas carreteras del centro son espectaculares, que dicha tienen, en el norte no hay nada igual, esto me puso de mejor humor, y pronto borré las imágenes trágicas, que ahora que escribo estas líneas me estremecen nuevamente…
Finalmente llegué a Tepoztlán, y me topé con algo inesperado… las calles son empedradas, y empinadas…el terror me invadió, pero no pude detenerme u orillarme, había muchos coches detrás de mi, los automovilistas no tienen consciencia de lo que vive un motociclista, para ellos es subirse pisar el acelerador y ya… JAJAJA, tengo apenas 2 meses de motociclista y ya soy todo un experto, desde hace 24 años soy automovilista, pero nunca fue mi pasión, en cambio tengo 2 años de leer, investigar, comentar y apasionarme por las motos y apenas 2 meses de tener y montar una moto y no ha vuelta atrás. (Estoy escribiendo este artículo en Enero así que ya tengo 8 felices meses de usar mi moto diario y casi 4000 kms, acabo de vender mi moto para cambiar por una de mayor cilindrada.)
Volviendo al tema, pues si… las calles son empedradas, y empinadas, pues apliqué el sentido común, afianzar mis pies en los posapies, sujetar el manubrio firme pero suavemente y frenar con la llanta trasera, trabajar el clutch y a poner atención en la calle, y me dispuse a recorrer el pueblo. Que maravilla, muchos colores, olores, gente, decoración, tradiciones.. no por nada es pueblo mágico, ya eran las 10:30 y el hambre apretaba así que –“A buscar de un lugar para almorzar”-, pensé, llegué a un restaurante muy simpático, mucha gente con playeras de la selección.. Ahh si, el partido!!!, ni pex, entré al estacionamiento y a enfrentarme al problema de siempre, ¿Dónde estacionar la moto?, no hay lugares. Ahí ponla me dijo el vela-duerme, yo le hecho un ojito, le puse el candado, cerré bien la caja y escogí una mesa… Sentí las miradas de la gente. No se si mis 1.90 y 90 kgs. intimida a la gente, o mi traje de “Power Ranger”, o las 2 cosas, o tal vez tengo cara chistosa y ya estoy acostumbrado a verla en el espejo. Los comensales se me quedaban mirando con cierta desconfianza o cierta admiración, me sentí mas o menos como en el viejo oeste, cuando el villano llega a la cantina, todo mundo esconde a sus hijas y mujeres, los hombres te miran fijamente, los niños te ven emocionado y las mujeres te miran de re-ojo.
Tomé mi mesa, me quité los guantes y chamarra, dejé el casco en una silla y yo en otra, pedí una cerveza y la carta, y me puse a ver la televisión con cierta renuencia, pero “A la tierra que fueres has lo que vieres”, pedí un desayuno tepozteco, y lo devoré en segundos, pedí un café y agua, y así transcurrieron los primeros 45 minutos del partido… finalmente ya me sentía repuesto del viaje, los primeros recorridos son agotadores, poco a poco me he ido acostumbrando y adecuando a viajar y cada vez es más fácil. Llegó el medio tiempo, pensé, -“Suficiente”-, vámonos de regreso, la carretera llama. Pedí mi cuenta, pagué y me levanté esta vez no hubo miradas, todos los ojos en la TV y el partido.
Pregunté, al del estacionamiento, que mas podía ver o visitar en Tepoz, -“Pues las nieves”- (obvio), también me habló de unas pirámides, los temazcales y caminar por el centro… -“Mmmh, no estoy de humor para eso”-, yo quería rodar y pues no tanto turistear, así que decidí buscar unas nieves para probar antes de partir y tomar carretera, antes me gritó el veladuerme y –“ Son 80 pesos, tarifa de día completo”-.. y yo –“¿QUEEEEE?? , pero si estuve 45 minutos máximo 1 hora y ni siquiera use un estacionamiento!!!..”, -“Es la tarifa”- respondió, -“Mta, pues ni modo, a pagar”- , pagué, me equipé, encendí la moto y partí en busca de las nieves, di varias vueltas, vi varios locales lamentablemente no encontré donde estacionar la moto que no fuera en la calle, y como no quería pagar otro estacionamiento, mejor tomé carretera, -“Vámonos de aquí”- pensé.
Paré en una gasolinera a la salida de Tepoztlán, llené el tanque, aún no conocía que tanto rinde un tanque, no dejo que baje de ¼, para no arriesgarme. Unos niños jugaban futbol y se quedaron embobados admirando al “Power Ranger” en la FZ roja, y partí.
Nuevamente en carretera, sin hambre, sin calor, sin sed, eso me puso de buen humor y pues a darle, curvas y curvas, rectas y mas curvas, en pleno partido, el tráfico era mucho menos de lo que había visto en la mañana, así que tenía la carretera prácticamente para mi solo. Que disfrute la carretera, esto es lo mío, no había llegado aún y ya pensaba a donde saldría la próxima vez, hay mucho camino por recorrer. Vi a un grupo de motociclistas pisteros orillados, les hice señas si necesitaban algo, me respondieron que no, hicimos saludo y proseguí con mi camino, esta vez afortunadamente sin accidente alguno. Bueno… solo los mosquitos que tuvieron la desgracia de estrellarse contra mi visor.
Como siempre pasa el viaje de regreso es mucho mas corto que el de ida, y en menos de lo que pensé ya se acababa la carretera, a pagar la caseta otra vez, esta vez me detuve antes, busque monedas y pague exacto, -“Que problema eso de las casetas cuando vas en moto”- “Casco, guantes y moto no se llevan con las casetas”- pensé nuevamente. Me volví a orillar, proveche y prendí el GPS, busqué la ruta directa a casa, no quería perderme en la ciudad.
Finalmente llegue, eran alrededor de las 3 pm, estaba agotado, extenuado, pero feliz y extasiado, había terminado y sobrevivido mi primera rodada, casi 180 kms!! Todo un logro para mi. Ahora a hacer la 2da cosa que mas disfruto con la moto después de montarla… lavarla.