He decidido copiar el estilo de Almighty y Zolín para reportar la reunión de 2014 en Monterrey.
Así que sin más preámbulos, aquí está la primera de varias entregas sobre
MI VIAJE DE 2200 KM EN SOLITARIO (CASI…)
Salgo de Reynosa, Tamaulipas, un Jueves 17 de Diciembre de 2015 temprano en la mañana, a eso de las 9am. Mi destino: Río Verde en San Luis Potosí, para asistir a la que esperamos sea una multitudinaria Primera Reunión Nacional de motorutaméxico.com
Mi primer idea fue irme en la camioneta, para actuar como “barredora” de los compañeros de Monterrey que, estaba seguro, irían en gran número y con gran entusiasmo a la Reunión.
Por desgracia, cuestiones de trabajo, de tiempo y de familia impidieron asistir al gran número de regios que pueblan las páginas de este sitio.
Así que, pues ni modo… La camioneta ya no era viable. Tendría que hacer en solitario mi primer viaje largo en moto.
Con mi pequeña Leona Blanca había ido a Cd. Mier, a Brownsville y a casi la Isla del Padre, relatos que se encuentran en estas páginas.
Y con esta BurgMac había ido a Nuevo Laredo y a Monterrey, así que no dudé en medio preparar a mi confiable Suzuki Burgman 650AN para la larga travesía.
Lo que me preocupaba era mi resistencia física. Sabemos que viajar en moto es peligroso, pues nuestra protección es casi nula. Sabemos que debemos ir con nuestros sentidos al 100% ó más. (???) Lo que yo no sabía era mi límite de resistencia física para manejar estando al 100%. Después de todo, no estoy en la mejor condición física de mi vida. Medio ciego, medio sordo, medio gordo,medio calvo, medio menso… todo eso no auguraba un viaje placentero. Confieso que llegué a pensar en “rajarme”, pero luego pensé: “Tus papás no te dejaron tener moto, tu ex-esposa no te dejó tener moto, a tu hijo no le gusta que andes en moto…. ¿Vivirás siempre dando gusto a los demás? ¿De nada te han servido los relatos de Almighty en motorutamexico.com? ? Si él, con una moto de juguete, pudo ir hasta Durango… ¿Porqué tú, con 650cc, no puedes ir a SLP?”.
Y eso fue lo que me decidió.
Comenzé a estudiar mapas. Por no conocer los caminos, pensé que lo mejor sería salir un día antes que lo planeado, un Jueves, y llegar hasta Saltillo, Coahuila, a descansar. Serían solamente poco más de 350 Km. A paso tranquilo me llevaría unas 5 horas recorrerlos. Y así fue, pero…
Mi primer sorpresa fue el consumo de gasolina. Llené el tanque en las afueras de Reynosa, y comencé el viaje alegremente. Estando tan bonito el día, ni cuenta me dí que iba a un promedio de 110 Kmph, con picos de 125.
En mi anterior viaje a Monterrey, les andaba picudeando a los compañeros que había llegado con un cuarto de tanque hasta allá. Pero las condiciones climáticas (y por lo tanto, mi velocidad) fueron muy diferentes.
Gran susto el que me llevé al bajar la vista y ver que el indicador de gasolina estaba parpadeando. Y todavía no llegaba ni a Cadereyta. Bajé la velocidad a 80 Kmph, y me dije que había sido buena idea cargar con un recipiente lleno de 2 galones de gasolina en la cajuela de la BurgMac, por si había una emergencia.
Después de lo que me pareció una eternidad, llegué a Cadereyta a cargar gasolina en la primera gasolinera que ví… y no tenían Premium.
He notado que, de acuerdo a las indicaciones de Suzuki, la BurgMac se comporta mejor con gasolina de mayor octanaje, así que viendo que a lo lejos había otra gasolinera, me enfilé hacia allá, y llené tanque nuevamente, a precio ya no de frontera, si no el caro, el que paga la mayoría de los mexicanos.
Continué camino, por el Periférico para evitar perder tiempo con el loco tráfico de Monterrey, y pronto estaba ya en la autopista a Saltillo.
Aclaro que algo que procuro siempre es viajar por autopistas de cuota. Tienen mejor mantenimiento y son mas directas, por lo general. Esto es importante al viajar en un vehículo con ruedas pequeñas, como mi BurgMac, que es esencialmente, una motocicleta poderosa, pero con las clásicas pequeñas llantas de una motoneta. Atravesar un bache a alta velocidad con esas llantitas es una experiencia escalofriante. Así que mientras menos baches, parches, ondulaciones y demás desperfectos en la carretera, mejor.
Llegué a Saltillo en la tarde, a eso de las 2:45pm.
Le avisé a Mijo, y me dediqué a buscar hotel.
Encontré a el Hotel Urdeñola, en pleno centro de Saltillo, a un precio accesible, con amplio estacionamiento y a solamente cuadra y media del Palacio de Gobierno y a casi 3 cuadras de la Plaza Principal. Bonito hotel, aunque la puerta de mi habitacion no era muy confiable.
Hasta ese momento, llevaba gastados $292 en casetas de pago de autopistas.
Por supuesto, por ser moto, pago la mitad de lo que paga un vehículo de 4 ruedas.
Después de instalarme en mi habitación, salí a recorrer el centro de Saltillo. Muy bonito. Estaba fresco y más fresco se puso en la noche, pero como esos son mis climas, no me incomodó.
En esta gráfica, se ve que mi promedio de velocidad fue arriba de los 105 Kmph, más ó menos, y que subí de los 62 metros sobre el nivel del mar de Reynosa, hasta los 1600 ó más que me indica que está Saltillo, otra razón por la que es más fresca esta antigua ciudad.
Epero volver pronto y con mas tiempo para conocer mejor a esta bonita ciudad. Les dejo algunas fotos, y regreso pronto con el relato de la siguiente jornada.
Saludos desde Reynosa.
macnifico